domingo, 29 de noviembre de 2009

cat

Sábato hablaba de un borrachito que al volver a casa por la mañana veía un dragón de fuego en el cielo. Es una de las primeras escenas de Abbadon El Exterminador, un libro que yo compré con ella y que he vuelto a tomar esta tarde. Al abrirlo encontré una foto en la que K está sumergida en mi cuello. Aquello me puso feliz. La avenida La Marina y el viento abanicaban mi saco como una mantaraya y yo sostenía el libro y pensaba en la foto. Hubiese querido ver también un dragón de fuego como aquel borrachito pero me faltaban unas diez o veinte cervezas para ello.

Al llegar a casa el gato estaba esperándome. Nunca he vivido con un gato pero desde que mi amigo lo recogió de la calle hemos empezado a llevarnos bien. Me da pena que ahora quiera regalarlo. La recepción de este edificio me recuerda al hotel de The Shinning y el gato es el equivalente a aquel barman flaquito que le servía whisky a Jack. Yo soy Jack y el gato me sirve el whisky. Me dice: su dinero no nos sirve aquí señor Torrence, la casa invita.

¿Se han dado cuenta qué el negrito de ese hotel es el mismo que cuida el manicomio en Alguien voló sobre el nido del cuco? Hace un tiempo estuve leyendo Tokio ya no nos quiere y Ray hablaba también de aquel negro. Decía "aquel jodido negro que recorre todo el camino de nieve hasta el hotel para que nada más entrar Jack le clave un hachazo en todo el pecho".

Algunos amigos me han dicho que yo siempre ando hablando de películas y de canciones y que a veces parece que no tuviera ideas propias. Me da miedo que eso sea verdad.

A veces mi vida me parece una película. Algo que puedo ver desde afuera y contar. Me sucede sobre todo desde que el gato me espera por las noches y me dice: su dinero no sirve aquí señor Torrence, la casa invita. Esta noche le he dicho: Jodido gato es mejor que aprendas a preparar un buen whisky antes de que terminen echándote de la casa. El gato me ha mirado ofendido. Luego nos hemos quedado asomados a la ventana.

Yo pensaba: "Lima no tiene nubes, pero si tuviera me gustaría que fueran como mantarayas.

No sé en qué rayos estaría pensando el gato.


viernes, 20 de noviembre de 2009

yo le robaba los esmaltes a mi vieja para pintar mi trompo y luego me agarraban a cuetazos

Muchachosss, se acuerrrdan que allá por la navidad del 2005 mi amigo Nelson y yo andábamos desempleados y nos pusimos a vender polos de dibujos animados ochenteros como CoolMcCool y La gata loca? Les cuento que ese año gracias a ustedes, pudimos comer pavo en navidad y tener un digno año nuevo! xD. Lo que vino después fue que ese verano nos contrataron en la agencia y se pudrió todo. Nos volvimos millonarios pero a costa de trabajar 34 horas diarias. Ahora, cuatro años después, volvemos a estar desempleados, pero esta vez por decisión propia. No nos gusta trabajarr No noss gussstaa! No nos gustannn los jefes ni las sillas con rueditas. Pero se acerca la navidad y los centros comerciales han corrido la voz de que Jesús fue sietemesino. Arde Troya, fuma el barco y nosotros no queremos comernos al gato de la familia así que hemos vuelto a las andadas de los polos. Esta vez nos acompaña la amiga Maria Eugenia, o sea que ahora somos tres como Mecano pero no tan gays. Nuestra primera colecciónnnn está dedicada con mucho cariño a los juegos con los que nos entreteníamos de niños. Aquellas épocas cuando todavía no se había inventado el wii y salíamos a empujar canicas en la arenita. Chequeen el video y recuerden un poco, huyan del trabajo, déjennos regalarles un trompo y una tiza, salven un gato =D

lunes, 16 de noviembre de 2009