jueves, 11 de julio de 2019

De Morricone a Bad Bunny

Pónganle música a sus cortometrajes, les sugerí a mis alumnos de Guion. Es un truco barato pero úsenlo, apelen a la memoria musical de su público. La primera peli que vimos este ciclo fue Cinema Paradiso. Así que aproveché el bellísimo soundtrack de Ennio Morricone para mostrarles lo sencillo que es moverle el piso al público con una canción. Somos cojudos emocionales, les dije, por eso en los Tambos nos venden ositos de peluche que cantan la canción de Titanic. Fíjense en esta escena de fuga en Corre Lola Corre, cómo un momento de acción se vuelve romántico cuando al fondo Dinah Washington canta What Difference A Day Makes. La desolación de El graduado se vuelve más desoladora cuando Simon and Garfunkel la acompañan con The sound of silence. La risa en las películas de Chaplin nos brota porque el arco de un violín nervioso nos hace cosquillas en la panza. Mis alumnos asentían, sonreían. Los he convencido, pensé entonces. Parecía que desde ya estaban escogiendo las canciones para sus cortometrajes.Ahora es fin de ciclo. Estoy en la sala de profesores con los audífonos puestos. Y mientras mis colegas revisan controles de lectura y pruebas de redacción, yo le voy dando play a tres docenas de cortometrajes en los que nunca falta el Soltera Remix 2019. Otro trago, Te boté, Qué más pues, Fumeteo. De Morricone a Bad Bunny. De Paul Simon a Daddy Yankee. Sech feat Darell, Lunay, Jeday y laconchaTuMay.

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