lunes, 9 de marzo de 2020

la máquina de ser feliz

Este es el lugar en el que pasaré el resto del lunes, intentando parir una historia. Últimamente ha sido difícil. Pero tal vez hoy haya suerte. Ayer terminé de leer El mono vestido. Ya antes había leído El mono desnudo. Leer libros de antropología es a veces paralizante porque las costumbres humanas de pronto se te revelan absurdas, como la necesidad de dejar una obra, un rastro de tu existencia. De todas formas, no tengo otra cosa mejor que hacer que escribir historias. Y tengo 41 años. Ya es tarde para dar vuelta en u. Además me gusta mucho mi escritorio. Me recuerda esa pintura de Remedios Varo, la Creación de las aves. ¿habrá pensado Charly en esa imagen cuando se le ocurrió el nombre de su banda La máquina de hacer pájaros? Decía Julio Ramón "Cuando no estoy frente a mi máquina de escribir me aburro, no sé qué hacer, la vida me parece desperdiciada, el tiempo insoportable". Es locazo que un mecanismo de teclas y circuitos, un poco de papel y tintas de colores pueda convertirse al cabo de un poco empuje y buen viento en La máquina de ser feliz.





No hay comentarios: