lunes, 23 de marzo de 2020

Verde como la esperanza

Ayer mi vecina del depa de al lado me tocó la puerta. Dijo que por la ventana le había llegado el olor de mi hierba. Me preguntó si tendría un poco para venderle porque se le había acabado. Fui al cuarto a traer mi pote de vidrio y se lo enseñé. No quedaba ni para medio porro, pero igual saqué la mitad y se lo di. Esta mañana me tocó la puerta. Traía, en una tapita de Nescafé, 5 moños como el que yo le había regalado ayer. Son para ti, dijo. Y se fue sonriendo. He recuperado la fe en la humanidad. Creo que sí vamos a sobrevivir al Coronavirus



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