miércoles, 30 de diciembre de 2009

sokoban

cuando era niño jugaba un juego de computadora llamado sokoban. trataba de un muñequito que tenía que acomodar cajas dentro de un almacén. no podías pegar las cajas a las esquinas porque luego no había como sacarlas y tenías que cuidarte también de no quedarte encerrado. dirán que era una huevada, pero yo me pasaba horas empujando al jodido muñeco.


también jugaba Barbarian, Prince of Persia y un juego de la NBA en el que solía escoger a los Lakers porque allí jugaba un negrito llamado A.Jabbar que medía como dos metros y siempre la clavaba. cuando los chicago bulls me ganaban yo sacaba el diskette del juego y lo doblaba. espero que mis padres nunca me hayan visto hacerlo

como a los 16 dejé de jugar y empecé a escribir, una noche más o menos como a esta misma hora. recuerdo la pantalla azul del wordperfect, las hojas perforadas de la impresora en línea

desde entonces he escrito por vago, porque estaba solo, por rabia, por aburrimiento, por cagarme de risa, por costumbre, en algunas épocas por imsomnio, por exceso de cerveza, por falta de cerveza, porque no había nadie en el msn, por falsa fama, por un poco de dinero y porque no he podido evitarlo.

nunca había escrito por miedo

esta noche, sin embargo, he visto nuevamente mis manos junto al teclado varadas como lobos marinos y el miedo me ha hecho levantarlas y tipear

no sé por qué me he puesto a hablar de sokoban y el jodido muñequito que empujaba cajas, pero así también fue en un comienzo. no tenía idea de nada. sólo pisaba las teclas como un loco.

tengo la sensación de que si sigo agitando mis manos, en algún momento también mi cerebro decida ponerse a trabajar


lunes, 21 de diciembre de 2009