lunes, 31 de diciembre de 2007

peyote


Ayer en la madrugada me quedé leyendo Las puertas de la percepción: un ensayo de noventa páginas de Aldous Huxley sobre sus experiencias con la meskalina, el principio activo del peyote. Debo decir que cuando hace un par de meses leí Un mundo feliz, también de Huxley me dije – ¿pero qué coño consume este sujeto? – y bueno, ayer lo descubrí. Yo sinceramente espero algún día tener la oportunidad de consumir peyote y también me gustaría probar esos famosos hongos alucinógenos. Por lo pronto vengo del supermercado donde he comprado un vino rumano, uno francés y otro argentino. Mi madre me dijo: hijito ahí te mando de regalo S/.150 soles para que te compres un vino decente; pero como yo no sé a ciencia cierta lo que es un vino decente, compré vinos de países en los que espero estar algún día. Acerca de Las puertas de la percepción, debo contarles además que el nombre del libro fue inspirado en un poema de William Blake y ambas cosas, el poema y el libro inspiraron el nombre de la banda THE DOORS. Ahora estoy aliñando el pavo para la noche. Lo he llenado de pisco y aji panca. Son las tres de la tarde, llevo una lata y media de cerveza y me siento en la juerga más bestia de mi vida. Compré unos videos de música y los nosequien están tocando una versión de Magdalena que tiene un intro de "All of my love" de Led Zepellin y un out de "Sweat" de Inner Circle. (?). En otro video sale Alan García de chibolo. En un toque viene Gonza y mientras fumamos un troncho abriré el primero de los vinos. ¿Alguien sabe donde coño se puede conseguir peyote en Lima y a estas alturas del año?


“Si las puertas de las percepción quedaran depuradas, todo se habría de mostrar al hombre tal cual es: infinito”.

(William Blake)


domingo, 30 de diciembre de 2007

=D


He de decirles, antes de comenzar, que esta mañana acabé de leer Wilt de Tom Sharpe y pues, no me había reído tanto con un libro desde la época del cole, cuando en 1995 todo del 5to C del colegio San José de Monterrico se pasó por debajo de la carpeta un ejemplar de “No se lo digas a nadie” y vimos por por primera vez impresas en un libro palabras como: chucha, pinga, poto, puta, cabro de mierda o guasamandrapa. Supongo que no se nos podría culpar de habernos aferrado a aquel libro como a un bote salvavidas después de haber sido sometidos durante años a textos incomprensibles como El Mío Cid y La Iliada. De todas formas creo que juzgo Wilt con un poco más de recorrido librístico y es de veras una cosa para revolcarse en la cama de la risa y alegrarse de que en el mundo aún haya gente que sueña con asesinar a su esposa mientras saca a pasear al perro para que haga la caca.

Ahora bien, superada la reseña cultural, ayer estuve con Gonzalo en un concierto tributo a Calamaro. Estaba esta chica de gorrito cantando A los ojos. Gonzalo dijo que estaba muy buena y yo le dije que pocas chicas se ven feas si están sobre un escenario con un gorro revolucionario y cantando canciones de Los Rodríguez. Luego subió otra banda y el tecladista tocó una versión bravaza de Sin saber qué decir. Más tarde durante el concierto Mari me mensajeó y me dijo que estaba viendo aquella película de Woody donde un hombre se enamora de una oveja. Parecía haberle hecho impresión la escena.

La última banda que tocó se llamaba La Pálida y en ella tocaba el gran Tavo Castillo de Frágil. Yo siempre vi al Tavo tocar teclados e instrumentos raros pero ayer tocó el bajo y en otras canciones la guitarra. El vocalista era otro loco. Una mezcla de Sabina con Miguel Abuelo usando unos lentes de Héctor Lavoe y con cierto modales de Xuxa. Hizo un show increíble y tocó una versión alucinante de Pasemos a otro tema y Cartas sin marcar. Luego la gente empezó a hacer un pogo y algunas botellas de chela se iban destrozando bajo sus zapatos y entonces Gonza, que ya se la había pegado, dijo que era buen momento para irnos.

Hoy he ido a recoger mi pavo de San Fernando. En las calles aún se respira cierta resaca navideña y aunque la gente te empuja en los supermercados, me encuentro extrañamente de muy buen humor. Debe ser por Wilt o talvez, porque hay un pavo descongelándose en mi cocina y mañana van a venir mis amigos a comérselo. Ha sido un buen año. Estoy emocionado. Estoy haciendo una lista de las canciones representativas del dosmilsiete. Ahorita me voy a ver Almost Famous y mañana voy a empezar a leer Un tal Lucas. Ha sido uno de los mejores años en años!


viernes, 28 de diciembre de 2007

grandes esperanzas

No teníamos a mi prima Sandra por casa desde hacía varios días. A la salvaje le tocó hacer guardia en el hospital la noche de navidad y no había podido venir desde entonces. Ahora estábamos allí conversando tirados en los sillones mientras pasaban la novela. Sandra aún llevaba el pantalón verde que usa en el hospital y se le veía agotada. Se había quitado las zapatillas y trataba de acomodarse lo mejor que podía entre los cojines del sillón mediano. En uno de esos vacíos que tuvo la conversación volteamos a mirar la tv. Un tipo delgado de nariz aguileña y una barba de pocos días parecía haberse colado en un hospital e intentaba desconectar a una tipa aparentemente en coma. Volteé a mirar a Sandra y le dije. – Sandra ¿realmente es tan fácil ir a un hospital y desconectar a alguien? –. Me dijo – Los enfermos que están conectados a respiradores y cosas así por lo general están en áreas de cuidados intensivos poco accesibles –. – Me imagino – dije. – Además – agregó – si los desconectas, se activa una alarma que avisa a la enfermera encargada. Es como que medio difícil –. – Entonces – le dije – ¿por qué en cada novela que pasan siempre está el capítulo en que vienen a desconectar a alguien? –. Sandra alzó los hombros y sonrió. Ahora estaban llevando a una tipa en una ambulancia. Tenía un collarín de esos para cuando te fracturas el cuello. Estaba inconsciente y uno de los paramédicos que viajaba con ella le abrió la boca y le metió una manguerita de plástico. – ¡Mira nada más esa intubaciónnn! – dijo Sandra – ¡Y con collarín! ¡Eso me tomaría a mi un buen rato! –. Me paré y nos serví a cada uno un vaso con frugos de durazno. Le pregunté si quería un pan de yema pero no quería. Luego traje tres dvds y se los puse en las narices. Escoge una – le dije – no vamos a seguir viendo la novela –. Estuvo mirándolas un rato mientras yo me tomaba el frugos. – Esta – dijo finalmente alzando uno de los dvds con su mano. Puse el dvd y me tiré en el sillón. Un niño de unos nueve años caminaba en la orilla de una de esas playas de agua cristalina. A ratos se detenía, abría un pequeño cuaderno y se ponía a dibujar los peces que pasaban entre sus pies. También dibujaba las etrellas de mar. Parecían dibujos fáciles de hacer pero no creo que sean fáciles de hacer. – Esta es una de las mejores películas que verás en años – le dije – no te vayas a quedar dormida. Eran como las seis de la tarde y la sala ya se estaba poniendo oscura. A medida que pasó la tarde Sandra se fue hundiendo más en el sillón como si éste estuviese devorándola, pero no se quedó dormida. Lo sé porque de cuando en cuando yo volteaba a mirarla y allí estaba, con los ojos abiertos viendo a Finn hacer todos esos dibujos raros.


miércoles, 26 de diciembre de 2007

dos libros


Acabo de terminar de leer El buda de los suburbios de Hanif Kureishi. Hace tiempo que no leía un libro que tuviera tan buen reparto de personajes. Estoy más acostumbrado a libros de un único sujeto loco sobre el que cae toda la tragedia del libro. Esto en cambio, ha sido como ver una de esas series gringas donde terminas encariñándote con la miseria de todos. Creo que de los libros que he leído en mi vida, recuerdo bien pocos personajes secudarios. Recuerdo sin duda a Phoebe, la hermana de Holden en The catcher in the rye, y a La Maga de Rayuela, pero ahí para de contar. Algunas veces incluso trato de recordar el nombre de los protagonistas de mis novelas favoritas y pasan algunos minutos, incluso horas antes que vengan a mi cabeza nombres difíciles como Holly Golightly ó Bernard Rieux e incluso ahora mismo no puedo recordar el nombre de El extranjero de Camus. Sin embargo, estoy seguro de que de cuando oiga el nombre Changez, pese a que no es el protagonista de El buda de los suburbios sino uno de sus tantos personajes, vendrá inmediatamente a mi la imagen de ese hindú rechoncho atizándole a su suegro en la cabeza con un pene de plástico. Olvidarlo sería como haber visto Mad about you, y no recordar a Murray persiguiendo el ratón imaginario.



Ahora voy a comenzar a leer Wilt de Tom Sharpe. Me han dicho que es chévere. En la portada sale un hombre huyendo con una muñeca inflable en brazos. Por lo pronto, el comienzo de la novela es uno de los más chistosos que he leído en años:



“Siempre que Henry Wilt sacaba al perro a pasear o, para ser más precisos, cuando el perro le sacaba a él o, para ser exactos, cuando la señora Wilt les decía a ambos que se fuesen de casa para que ella pudiese hacer sus ejercicios de yoga, Henry siempre seguía la misma ruta. De hecho el perro seguía la ruta y Wilt seguía al perro”


xD



.

martes, 25 de diciembre de 2007

Hoy por la mañana he visto El Mago de Oz. Supongo que después de esto, queda curada mi obsesión por las películas famosas del cine viejo. Vaya uno a saber qué rayos tenía en la cabeza la gente de 1939 para haberla llamado la mejor película familiar de todos los tiempos. Para mi fue como estar metido dentro de un pote con flores plásticas en la mesa de revistas de una peluquería administrada por mujeres adictas a la música barata. Mi tía se sentó a verla junto a mi y ella si se reía mucho. Supongo que la gente cambia y nuestra generación dejará de considerar clásicos libros como Madame Bovary o El Quijote y películas como esta. Y digo que debe ser un problema de nuestra generación porque a pesar de que yo no daba crédito a tanta mierda junta que se ponía ante mis ojos, encontré muchas referencias a películas o series contemporáneas que si me gustan. He aquí un par de ellas:

Los monos alados de la bruja del Oeste:


son los mismos monos alados del señor Burns

La bruja buena del norte flotando en su burbuja púrpura



es la misma bruja que se le aparece a Nicolas Cage al final de Wild at Heart


Y ya poniéndonos veraderamente paranoicos

No podría acaso el hombre hojala que buscaba tener un corazón


haber inspirado, a Z-25, el robot sesible de Liniers?


lunes, 24 de diciembre de 2007

navidad 6 pm - 11pm

Gonzalo ha venido a casa. Dijo que venía a ver películas pero le conté que el plan había sido cancelado porque las calles estaban abarrotadas de gente y ni Karen ni el Equix habían podido llegar. Me dijo que entonces fuéramos al grifo por unas cervezas. En la puerta encontramos a Héctor y Mario que también venían a visitarme de modo que nos fuimos los cuatro. Gonzalo se compró una cerveza negra. Héctor una cristal, Mario un redbull y yo uno de esos batidos de yogurt con cornflakes. Gonzalo me llamó gay. Luego nos fuimos al parque. Héctor se acordó de cuando en julio el serenazgo nos encontró armando un troncho de hierba y nos persiguieron hasta la Aviación. Supuse que con el yogurt tendríamos menos problemas.

Una hora después, cuando Héctor, Mario y Gonza ya se habían ido, he vuelto a bajar al grifo. Esta vez con mi tío Martín que ha llegado un poco borracho a casa. Hemos comprado un par de cervezas negras y nos hemos ido al mismo parque en el que había estado antes. Se puso a llorar un poco y dijo que yo nunca lo invitaba a salir y que él me respetaba mucho. Le dije que de ahora en adelante lo llamaría más. Luego me mostró su brevete falso que había conseguido en Azángaro y volvimos a casa.

Ahora lo he dejado mirando mi kaleidoscopio para que no me hable tantas huevadas y mientras oye canciones de su época a las que se refiere como clásicos (hotel california, love hurts, the guitar man, the year of the cat) se va quedando dormido.

Sobre el comedor sólo queda el esqueleto del pavo con cara. Afortunadamente antes de comérnoslo mi hermana consiguió sacarle una foto. Ahora se está bañando. Parece que va a salir pero espero estar equivocado. Mi tía acaba de decirme que ya acabó su novela y puedo usar la tele. Creo que ya sólo queda ponerme a ver Pesadilla en Elm Street. Más tarde, si la línea vuelve llamaré a mis amigos. Creo que he tenido una buena navidad. Cuando menos mejor que la del pavo con cara.



renzo

Hoy me han contado que un amigo del colegio ha muerto de un aneurisma. No era un amigo cercano y ni siquiera era de mi salón. Pero yo lo recuerdo porque en un campeonato de fútbol del colegio yo estaba jugando de arquero por mi salón y él, que era delantero de la otra sección, quedó libre frente a mi y vino con todo a clavarme el gol. Las esperanzas para mi eran nulas porque Renzo era el mejor delantero del otro equipo y además ya conocen aquellos arcos de una cancha de fúbol. De lejos no parecen tan grandes, pero cuando intentas cubrirlos descubes que por allí pasarían dos autos cómodamente. De todas formas, salí corriendo hacia él y me tiré con la pierna estirada hacia la pelota. Renzo también se tiró y me cayó encima con la zapatilla y me hizo un corte. No creo que haya sido culpa de nadie. Pero en todo caso, no hubo gol. Él no parecía molesto por haber fallado el gol e incluso me ayudó a ponerme de pie (mucho más de lo que hubiera esperado de cualquiera de los otros salvajes de mi colegio). Supongo que para él no fue una gran cosa porque metía muchos goles y perdía otros tantos, pero digamos que ese fue una de mis mayores hazañas sobre una cancha de fútbol y por eso lo recuerdo bien. Además aún tengo la marca del corte en la pierna derecha.

Recuerdo también que una vez estábamos en un retiro de la promo y jugábamos a algo. Alguien tocó un pito y dijo que trajéramos a cualquiera de nuestras amigas en brazos lo más rápido que pudiéramos. Todos cogieron a alguna amiga. Renzo tenía al lado a Lucero. Lucero era bajita pero vaya cuerpo que tenía. Renzo salió corriendo con Lucero entre sus brazos y a mitad de camino tropezó y Lucero salió volando por los aires como un zepellin.

La última cosa que recuerdo es que la gente decía que Renzo era o había sido uno de los golmodis de Nubeluz, pero la verdad es que esto ya no lo sé a ciencia cierta.

24

En mi casa no hay arbolito. Tampoco tenemos villancicos ni vajilla verde y roja. Tan sólo hay un papa noel chiquito que vigila la sala como un duente. Lo que si hay, son un montón de películas. Para esta navidad las nomidadas son

Great Expectations

El Mago de Oz

The nighmare before christmas

Almost Famous

y Pesadilla en Elm Street


me voy a la playa con pepe

vengo mas tarde




domingo, 23 de diciembre de 2007

23

Hoy por la mañana he ido a recoger la encomienda que mi papá mandó ayer desde Talara. Primero fui a Cruz del Sur e hice la cola. Me dijeron que no había nada para mi y entonces recordé que mi papá dijo que la enviaría por Tepsa. Caminé el par de cuadras que dividían ambos terminales y me puse a hacer una nueva cola. Atrás mío había un chico con un polo que decía Feliz Día Papá y tenía la foto de un bebé. El polo tenía además una mancha amarilla grande sobre uno de los hombros. Primero pensé que aquello era algo bueno, luego me pareció horrible y luego ya sólo era una gran mancha amarilla que me atraía como un agujero negro. Cuando volteé la vista hacia delante encontré a dos monjas muy jóvenes. Una era bonita. Estaban rezando en voz baja pero movían los labios. Yo estaba con los audífonos oyendo a Freedy cantar Show must go on y la miraba rezar. Miraba sus labios. Pensé en lo feo que sería si Dios no existiera. Sobre todo para ella. Luego me dieron mi paquete y salí de allí. Crucé el puente peatonal con la caja en mis brazos. Adentro venía el pavo con cara. Traté de cruzar el puente lo más lento que pude pues había una buena vista. La Javier Prado se perdía entre los edificios de San Isidro. Ocho hileras de carros iban y venían, pero uno podía mantenerse varios metros encima de todo aquello. Me detuve por unos segundos al medio del puente con mi caja. – La navidad ha comenzado – pensé con algo de miedo. Luego bajé, tomé un taxi y me vine a casa.

viernes, 21 de diciembre de 2007

el tiempo corre como un pacazo



como ya noss vamos todos de la agenciaaa
y no volvemos hasta el dos de enero
(emoticon fiestero)
les voy dejando mi saludo navideño


espero que se la pasen de la csmare!!






miércoles, 19 de diciembre de 2007

el vale para el pavo



hoy en la agencia nos han dado los vales
para reclamar nuestro pavo de navidad


el vale es por un pavo de siete kilos
que viene siendo digamos
un pavo promedio y bien aspectado como este


eso para mi casa es suficiente
porque sólo estamos
mi hermana, mi tía, mi tío y yo


además mi padre
ha prometido enviarnos desde Talara
uno de sus famosos
pavos con cara
de modo que con eso
estamos cubiertos


gonzalo dijo que ese pavito de 7 kilos
ni cagaaaando le alcanzaba
y que en la tienda de pavos
iba a pagar la diferencia
para conseguirse un pavo de 10 a 12 kilos
que debe ser más o menos algo como esto




Como Gonza ya me tiene seco con eso
de que nunca la comida le es suficiente
le dije que ya que era una zorra hambrienta
por qué mejor no pagaba unos diez kilos más
y se conseguía un pichón de avestruz como este




entonces el gran Gianpa
que también quiso hacer su aporte a la conversación
le dijo que ya que es una loba insaciable
que por qué no iba y pagaba de una vez
doscientos soles más a ver qué chucha le daban



- Ala, qué me darán por doscientos soles más?
- preguntó Gonza




- esto:




- dijo el Gianpa



You never give me your money

Karim Amir dice que uno de sus trozos favoritos del Abbey Road es “Soon we'll be away from here, step on the gas and wipe that tear away”. Karim Amir es el protagonista de “El buda de los suburbios”, que es el libro de Hanif Kureishi que estoy leyendo ahora. Tanto Hanif Kureishi como Karim Amir son pakistanis pero viven en Inglaterra, igual que los Beatles. El Abbey Road es el penúltimo y a mi parecer, uno de los mejores discos de los Beatles. El trozo que Karim menciona, es parte de “You never give me your money”, la canción del Abbey Road que más le gusta a Mari, que no vive ni en Pakistán ni en Inglaterra sino en Venezuela.

En mayo agarré mi mochila y me fui a visitarla. Durante los cuatro días que pasé con ella, se escapaba de la universidad para llevarme a conocer lugares como una plaza en la cual los pacazos corrían libres como el viento. Por las tardes, después de almorzar las ricas ensaladas que su mamá preparaba y mientras decidíamos que haríamos por la noche, nos ibamos a echar a sus sillones y oíamos música en la penumbra. Su casa era enorme y a pesar de que el calor de Maracaibo sería suficiente para derretir a un camello hasta convertirlo en un rabipelao, había rincones de su casa tan fríos y oscuros como una caverna lunar, si estas acaso existieran.

Una de esas tardes estábamos oyendo precisamente el Abbey Road. Habíamos escuchado las ocho primeras canciones sin adelantar ninguna de modo que cuando llegamos a Because, tras haber pasado por I want you (she’s so heavy), yo ya estaba a punto de morir de éxtasis con una marabina descalza a mi lado. Entonces vino “You never give me you money” y yo, sin compasión alguna, le di click al botón de adelantar.

Hay varias canciones de los Beatles que me ponen triste. Hay algunas como For no one que son tristes pero que aún si me gusta oír. Pero hay otras como You never give me your money que me generan una sensación de pena tan honda que es como si un animal baboso reptara por mi alma y la oprimiese. You never give me your money era una de ellas.

Yo no sabía que esa era la canción favorita de Mari y que aquello que acababa de hacer era sólo equiparable a haberle hecho el amor hasta el umbral del orgasmo y entonces detenerme súbitamente y ponerme a leerle fragmentos del Nuevo Testamento.

- ¡¿Qué has hecho?! – me dijo. Bueno, no sé si eso dijo, pero digamos que algo parecido. Entonces yo le pregunté – ¿Te gusta esaaaa? -, Y ella dijo: - Es mi canciónn favorita del disssssco! – a lo que yo velozmente me precipité a darle al botón de retroceder para que comenzara de nuevo. Entonces Mari enojada le dio click a avanzar y volvió a poner Sun King – dijo que no importaba y se tiró al sillón. Yo le volví a dar retroceder y Mari volvió a darle adelantar y así estuvimos un rato hasta que hartos la dejamos en cualquiera y nos recostamos en el sillón.

Según me contó Mari después, estuvo retorciéndose en el sillón tratando de decidir si era conveniente seguir enojada con un chico que sólo iba a estar en su país unos días más, de modo que al rato estiró su mano hasta la mía y dijo: disculpa. Yo también le pedí disculpas y nos fuimos a rondar por la ciudad.

Después de un par de días inevitbalemente yo me volví a Lima y unos meses después ella vino a visitarme y después de una semana volvimos a despedirnos sobre las frías baldosas del Jorge Chávez. Pero durante todo ese tiempo y a pesar de lo bien que la pasamos, yo siempre me quedaba pensando que ella nunca me perdonaría haber adelantado su canción favorita, igual que ella piensa que yo me enojé porque se puso tan loca sólo por una canción, pero la verdad es que al final cada vez vuelvo a oir You never give me your money, ya no me da esa pena honda que me daba, ni me enojo, sino que en cambio me acuerdo de cuando recorrí latinoamerica para estar esa tarde a su lado oyendo el Abbey Road.

Por eso es que hoy cuando leí esa frase en mi libro, y además, unas páginas adelante leí que Karim Amir, al dejar su casa se lleva un ejemplar de Trópico de Cáncer, que es de hecho, él único libro que me compré en Maracaibo y además el libro que Mari está leyendo justo ahorita mientras yo escribo esto, me vine a ponerlo todo por escrito. Ya saben, pensé que a lo mejor luego un día se nos olvidaban los detalles y a ella no le gusta que se le olviden las cosas que le han pasado.


Otra de sus pequeñas obsesiones.




marii en el mueble de su casa



yo en el mueble de su casa




martes, 18 de diciembre de 2007

intercambio de regalos en la agencia

graciasss amigo secreto!!
eres el mejorr de todoss!!!
espero que el viernes toooodoss se acuerden de ti
para que te feliciten por buena gente
se ve que te abrazaron un montón de chibolo





como diría Cachuca
esto no se le hace a un poeta


lunes, 17 de diciembre de 2007

let me forget about today untill tomorrow

El viernes estuve en un recital con los chicos de heridita. Lo primero que hubo fue la proyección de un video en el que Cortázar explica cómo se le había ocurrido todo aquello de los cronopios, las famas y las esperanzas. No tenía nada que ver con cronos ni con opio ni con nada sino con una pastrulada que alucinó Julio en un concierto de música de Stravinsky. Luego subimos a leer y yo leí un poema que se llama Es tan divertido ser un alcohólico. No sé si a la gente le gustó porque las luces del escenario me pegaban fuerte en la cara y no distinguia a nadie. Kara se acercó luego y me dijo que le gustó. Para mi lo mejor fue cuando Mario recitó lo de el vómito de Dios. La última heridita que leyó, se cayó al bajar del escenario. No le pasó nada, pero pobre heridita. Cruentos cronopios. Yo había llevado una bolsa de mashmellows y la repartí. Se la comieron íntegra, sobre todo Sandra. Me dejaron uno. Algunos se despidieron y otros nos quedamos en un bar por Orrantia tomando cervezas y tocando con la guitarra de Gianfranco canciones de los beatles y de los rodríguez. Marité tenía un polo del honguito de Mario Bros en sus diferentes evoluciones. Sobre la mesa estaba aquel maniquí de Kara con los ojos vacíos y el pecho escrito de poesía. Alguién se acordó de aquel capítulo del narrador de cuentos cuando había que robar la pluma de oro de El Grifo. Genaro lo imitaba igualito: Rassssca rasca, si ráscame allí, soy un ave incomprendida. Me dio mucha risa. Creo que le estoy tomando cariño a esta gente a pesar de que consumen masivas cantidades de alcohol y desollan maniquís. Me dijeron que no me iba a acordar de nada al día siguiente. Pero si me acordé.

El sábado tuve un almuerzo con los chicos de la agencia en un lugar que más que un restaurant es una discoteca que vende ceviche. Tomamos muchas cervezas. Me llegó un mensaje de kinks donde me decía que había hecho parapente. Maria Eugenia me sacó una foto cargando en brazos a Nelson, su esposo. Creo que eso resume el nivel de la juerga. Al salir cogí un taxi al óvalo gutiérrez. Tenía un intercambio de regalos y aún no había comprado nada. Venía oyendo ACDC y caminaba chistoso Mi amiga secreta resultó ser una chica de la que estuve enamorado a los trece y que ahora está por casarse. Le regalé un vestido de algodón impreso de corazones y calaveras. Pensé que era un buen reflejo de lo que ella inspiraba en mi. Ella creyó que era un pijama y además se quedó dormida allí en mi sillón en brazos de su futuro esposo. Yo y mis primas las cabezas de humo nos quedamos oyendo canciones de José José y terminándonos la cerveza que quedaba hasta que su taxi vino por ellas.

Hoy domingo cayó sobre mi la resaca del viernes y el sábado. Después de almuerzo mi prima entró al cuarto y le estuve cantando canciones del honestidad brutal mientras ella chateaba. Fue chévere. No sé si para ella porque yo pienso que no sé cantar. Marii dice que si sé. Luego me volví a quedar dormido y me desperté a las seis a bañarme porque tenía nuevamente reunión con los chicos de heridita. Heridita vive por la Católica y mientras uno llega a su casa da tiempo para oir mucha música y endomingarse más :( Me devolvió mi libro de Eielson que tuvo secuestrado por meses y luego leimos unos cuantos textos propios. Cuando salimos de su casa nos volvímos a acordar la historia de el Grifo y nos volvió a dar risa. Rasca Rasca.

He viajado una hora en combi hasta llegar a casa leyendo poemas de Eielson. Al bajar en mi esquina eran exactamente las once con once minutos. Viviana siempre pedía un deseo cuando miraba el reloj y eran las 11:11. No sé bien por qué pero como justo yo estaba oyendo Mr Tambourine Man canté con Dylan cuando al final dice: LET ME FORGET ABOUT TODAY UNTILL TOMORROW. Lo canté duró como un deseo aunque creo que en el fondo no lo deseaba y por eso vine y me puse a escribirlo todo, ya ni siquiera como escritor sino como cronista mediocre.

Vaya fin.

El video de Tim Burton que pongo abajo, también lo pusimos el día del recital.

Cuando puedan también lean La caída de la casa Usher, de Edgar Allan Poe. Pero leánlo de madrugada. Marii me lo recomendó y cuando terminé de leerlo tenía miedo de ir a la cocina por agua.


El próximo recital va a ser el 28 en el Yacana. Yo les confirmo para que vayan. Que tengan una bonita semana.



VINCENT


jueves, 13 de diciembre de 2007

Qué dificil es hacer el amor en un simca 1000

Siempre he tenido una fuerte debilidad por las canciones y libros con buenos títulos. Títulos largos que no caben en un renglón o títulos que parecen frases extraídas de una conversación cualquiera. De ahí que Carver haya terminado siendo uno de mis escritores favoritos con sus libros de cuentos Quieres hacer el favor de callarte, por favor? y Si me necesitas, llámame.


Recuerdo haber tomado de la biblioteca de Erika "Mañana en la batalla piensa en mi" de Javier Marías, únicamente cautivado por el título y si ahora me preguntaran de que se trata la novela no podría decirles otra cosa que no fuera que tiene un título maravilloso. Todo lo demás, lo he olvidado.


Hace unos meses en La casa verde encontré un libro de Sergio Galarza. Era un libro tan delgado y pequeño como uno de esos cancioneros que llevan las viejas a la misa y además, estaba camuflado entre otros libros enormes. Lo saqué con dificultad del estante y apenas leí el título "Todas las mujeres son galgos" supe que iba a tener que comprarlo. Hace poco Sergio volvió de España y me lo firmó. Luego fumamos un troncho cuya pava metí entre las hojas y ahora me sirve como separador.


La cosa es que me he acordado de todo esto porque estuve oyendo esta canción de Los inhumanos que me mandó Burbuja, llamada "QUE DIFICIL ES HACER EL AMOR EN UN SIMCA 1,000" que trata sobre un tipo que es muy pobre y no tiene mas que un carrito chiquito al estilo lada para tirar. Luego he estado todo el día conectado al itunes oyendo otras canciones con títulos largos o particulares y me he dado cuenta que casi nunca resultan ser canciones malas.


Cómo podrían ser malas... canciones con títulos como: Who's gonna ride your wild horses? de U2, You Can't Always Get What You Want de Los Rolling Stones o Sad eyed lady of the lowlands de Dylan?


Acaso Roger Waters hubiese osado a componer una canción mediocre y luego titularla: Shine on you crazy diamond?


¿Cómo olvidar títulos del rock en español como No te enamores nunca de aquel marinero bengalí, de Los Abuelos de la nada, Tus regalos deberían de llegar de Fito, Ah, te vi entre las luces, de La máquina de hacer pájaros o El hombre que no podía dejar de masturbarse de Leusemia?



¿Cóooooooomo van a ser malas... canciones con títulos como



Tribulaciones, lamento y ocaso de un tonto rey imaginario o no
de Sui Generis


I Believe when I Fall In Love with you it`ll be forever
de Stevie Wonder


Tim I Wish You Were Born A Girl
de Of Montreal


Señora, Devuélvame la Pelota, O si no, No sé Que Haré
de 31 minutos



y por supuesto



Please, Please, Please Let Me Get What I Want
de los Smiths



?



miércoles, 12 de diciembre de 2007

generación de los 80s




primeros encuentros con el terror






primeros encuentros con el amor







martes, 11 de diciembre de 2007

Noticias de H


Mi tío - el gran H - se ha metido a estudiar Kung Fú en el estadio nacional. Me dijo que un día se había subido a la balanza y pesaba noventa kilos. H siempre ha sido flaco como un coyote pero ahora que hay poco trabajo en la planta recicladora, se ha tirado al abandono como un viejo gamonal y le está saliendo panza. Últimamente viene a casa, se sube el polo y me la enseña consternado. Se agarra un buen pedazo de mondongo frente a mi con ambas manos y me dice – ¿Qué es esto Pierre? ¿Qué coño es essssto? – Es muy raro verlo con panza porque él siempre ha sido muy flaco pese a que traga como un verdadero chancho del Armagedón. De todas formas dice que no quiere que le de un infarto y tres días a la semana recorre Lima para ponerse a la custodia de un profesor de Kung Fu que hace que Pai Mei luzca como Jane Fonda.

Últimamente he estado leyendo de nuevo a Bukowski y me he enterado que ese salvaje vivió 73 años. Es loco, porque en casi cada cuento que uno lee en La máquina de follar, su alterego Hank acaba de salir del hospital y el diagnóstico es que si bebe un trago más morirá. William Burroughs, autor de Yonqui y de El Almuerzo Desnudo, dos novelas sobre el mundo de las drogas con una fuerte carga autobiográfica, vivió 83 años, Aldous Huxley, autor de Las puertas de la percepción, un ensayo profundo sobre los efectos de la mescalina, (extracto del peyote) vivió 69 años y Henry Miller que se folló a medio Paris y Nueva York en Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio respectivamente, vivió 89 años!

Hay gente que simplemente ha nacido para sobrevivir. Y yo creo que, haga Kung Fú o no, H no se va a morir de un infarto ni nada por el estilo. H es un superviviente. Un highlander. Yo lo he visto comerse medio kilo de carne en mis narices así como también lo he visto sobrevivir temporadas en las que arrastraba cincuenta kilos de hueso y pellejo sobre la ciudad. Lo he visto taxear madrugadas enteras un tico viejo y abollado en el que no me subiría ni para salir del infierno y lo he albergado en mi casa cuando la pena no lo dejaba almorzar más que cajas enteras de cigarrillos y cenar latas tras latas de café.

Talvez es sólo un deseo mio que H no se muera nunca y no una posibilidad real. De él he aprendido el rock, la vagancia, el abandono, la irreverencia y a no temerle a las noches en vela. En cinco horas tengo que despertar para ir a trabar, pero bueno, hoy me he acordado de H. A quién carajo le importa el trabajo?




lunes, 10 de diciembre de 2007

Papachito

Mi amigo Gonza tiene un pacazo que se llama Papachito. En realidad su nombre era Guillermín, pero le decía de cariño "Papachito" y el nombre tuvo tal acogida entre nosotros que nunca más nadie le dijo Guillermín sino PAPACHITO. Este amigo Gonza es mi amigo de la agencia en la que trabajo. El otro Gonza del que solía hablar en mi primer blog, también usualmente consigue pacazos, pero aunque son verdes como Papachito, no trepan por los árboles sino que se desmoñan y se fuman. Bueno, la cosa es que Papachito andaba perdido desde el lunes y Gonza estaba triste, muy triste. Yo le dije que no se preocupara porque ya se sabe que los pacazos tienen la manía de irse a meter debajo de lugares insospechados como la refrigeradora o el cesto de la ropa sucia pero no había palabra que lo reconfortara. Esta mañana sin embargo Gonza me ha llamado muy temprano para darme la feliz noticia de que Papachito ha aparecido.
Quería dedicar este primer post a Papachito
pero además Y sobre todo
a toda esa gente que se pierde y se vuelve a encontrar
como gonza y papachito
y como yo con ustedes
estoy contento de volver

=D


Papachito