martes, 9 de febrero de 2016

Vous pouvez écrire ce que vous voulez

Hoy descubrí que en Francia seré diez años más viejo. La gramática francesa no contempla nombres para las decenas del 7, 8 y 9. De modo que para decir 70 tienes que decir 60 + 10 (soixante-dix, soixante-onze, soixante-douze, soixante-treize...). Cuando llegas a 80 se pone más pendeja la cosa porque como no hay 80s tienes que multiplicar 4x20: quatre-vingt, quatre-vingt-un, quatre-vingt-deux, quatre-vingt-trois... Ya el nivel FATALITY es cuando tienes que decir 99, porque como tampoco hay 90s, tienes que hacer esta operación: 4x20+19: quatre-vingt-dix-neuf. Csmre, O sea que para enunciar números en Francia no solo hay que saber gramática sino también un poco de matemáticas. La cosa es que hoy nos tocó decir nuestro año de nacimiento. Todos en mi salón son chibolos noventeros. Yo en cambio nací en 1979. Pero como no hay 70s tuve que empezar diciendo que nací en 1960. Je suis né en 1960. Después completé la frase y dije: +19. Pero durante esos segundos en que el tiempo está congelado en MILLE NEUF CENT SOIXANTE... todos los chibolos voltean a mirarme como si yo hubiese matado a Kennedy. En ese momento soy de la promo de Sinatra, jugaba matagente con Martin Luther King, me fumé un wiro con Jimi Hendrix, mi primera flaca fue Janis Joplin, tuve un choque y fuga con Raquel Welch y Los Beach Boys tocaron en mi quinceañero mientras Neil Armstrong pisaba la Luna pour la première fois. Por supuesto, todo esto solo pasa en mi cabeza porque estos pajeros no solo no han escuchado Cry Baby sino que si digo Janis fácil alucinan que les estoy hablando de la novia de Chandler en Friends. Aunque ahora que lo pienso, esa serie también es muy vieja pa ellos. La vaina es que para celebrar mi reciente inclusión en una época tan gloriosa, me compré un vino, unos tomates y un atado de albahaca para hacer tallarines. Y dije: voy a contar esta huevada mientras me chupo el vino y cocino a ver qué sale. Y pensé también: qué paja que uno pueda escribir de lo que quiera. Y pensé ¿cómo se dice eso en francés?. Y mientras cleteaba iba repitiendo: Vous pouvez écrire ce que vous voulez. Y pensé: qué buen verbo es DESEAR. Vouloir. DESEAR. Je veux. Yo deseo. Tu veux. Tú deseas. Y olía a albahaca en mi casa. Y el vino avanzaba por mi garganta como un reptil. Y yo había nacido en los 60s. Y estaba tan borracho que ya no sabía de qué estaba escribiendo.

martes, 2 de febrero de 2016

una del libro de Charlie Brown

Leía hoy en El libro de preguntas y respuestas de Carlitos lo siguiente: cuando te quemas con una papa caliente, tus nervios mandan la señal de alerta al cerebro. Eso lo sabemos todos. Pero bueno, la cosa es que cuando el mensaje es muy urgente como en este caso, también mandan la señal a la espina dorsal que está más cerca. Es como si dos amigos estuviesen en Pershing y tuviesen que llegar al toque a Miraflores. Uno se va por la ruta larga de Camino Real pero el otro coge el Chama que corta por Salaverry. El que va en el Chama va a llegar al toque. Entonces ese hace que tus músculos se contraigan y te hagan retirar la mano del calor. Después de un rato, o sea, algunas milésimas de segundo después, llega el otro mensaje y el cerebro entiende que te estabas quemando, pero para ese momento ya retiraste la mano. Es decir que esa información es inútil, salvo como un recordatorio de que no seas tan huevón de agarrar una papa caliente la próxima vez. Enamorarse, imagino, funciona con un mecanismo similar. Ves al estímulo, lo enfocas, lo hueles, lo tocas y todo tu cuerpo reacciona y te salen corazones de papel lustre en los ojos como a Don Ramón cuando ve a la vecina. Cuando la información llega a tu cerebro dices: ni cagando, tassswebón, y quieres tomar el control, pero tu espina dorsal ya decidió por ti. Ya te cagó. Así que solo te queda ajustarte el cinturón de seguridad y agarrarte bien del asiento mientras un poco aterrorizado escuchas la distante voz de tu cerebro que anuncia: Houston, we've got a problem