domingo, 24 de agosto de 2008

I don't want what I haven't got

Hoy por la tarde arrastré mis colchas hasta la sala, junté mis sillones y me tiré a ver tv. Como no había dormido mucho, sospeché que en breves instantes me quedaría dormido, de modo que sintonicé la tele en uno de esos top 20 de videos que pasa el vh1 y me cubrí con la almohada.

El top 20 que estaban pasando era sobre baladas de los 90's. Pude oír que pusieron What's Up de los 4nonblondes que era como el puesto 12 o 13. Luego venía It must have been love de Roxette y cosas por el estilo. Todos eran temas que yo reconocía inmediatamente. Cuando iban a los comerciales, tenían una campaña publicitaria donde ponían videos raros de canciones re-viejas y al final decían "SOLO EN VH1". La camapaña era muy buena porque ponían cosas como BIG IN JAPAN de los ALPHAVILLE y tú sabías que esa huevada no la pondrían en ningún otro canal ni por casualidad. Como digo, la campaña era buena, pero como yo reconocía todas las canciones me hacía sentir medio senil. También me parece haber oído más adelante en el top20 a Duran Duran cantando Ordinary World pero de eso ya no estoy muy seguro.

Cuando me desperté ya era de noche y toda mi sala estaba a oscuras. Estaban anunciado el primer puesto del Top 20 así que me incorporé en el sillón y esperé. Un primer plano de Sinead O'Connor apareció sobre la tv. La imagen no me era desconocida. Ya había visto antes el video de Nothing compares to you unas cuantas docenas de veces, pero así semidormido y con la sala oscuras, era como diferente. Sinead, con la cabeza rapada y su rostro blanquísimo era como una bonita extraterrestre dándome un mensaje críptico desde mi televisor. Cuando el video acabó vi que el disco al que pertenece esa canción se llama "NO QUIERO LO QUE NO HE TENIDO".

Mientras iba recogiendo mi almohada y mis colchas para devolverlas a mi cama, iba pensando en todos esos terribles videos ochenteros y noventeros: sus falsos escenarios, los enormes peinados, la gente tocando sobre parajes desiertos o sobre acantilados rocosos. Y aunque reconozco que me daba risa por mi pobre generación, lo que más me daba era un sentimiento de pertenencia. Recordé estar en una fiesta del Regina Pacis bailando What's up con la primera chica a la que saqué a bailar un lento. Recordé un casette que me prestó mi primera novia, en el que aparecían Every Rose has it's thorn de Poison y Ordinary world. Recordé estar en un concierto viendo a Marie Fredriksson de Roxette caminando hacia al piano y cantando It must have been love mientras toda una horda de adolescentes deliraba. Y mientras seguía caminando hacia mi cuarto recordando algunas cosas más, me alegraba de la época en que me tocó nacer y pensaba que el disco de Sinead, NO QUIERO LO QUE NO HE TENIDO, tenía uno de los mejores nombres que yo había oído alguna vez.

sábado, 23 de agosto de 2008

vicio


hoy, gracias a una amanecida en la agencia
y a los emuladores de nintendo para mac
volví a encontrarme
con unos viejos amigos de la infancia



miércoles, 20 de agosto de 2008

let the sunshine in

talvez sólo sea que debo alejarme de las drogas
pero a veces me parece que algunas cosas están mal hechas
con tanta vocación y ganas, que terminan siendo geniales




que quemaos estos tíos
sólo les faltó que al fondo pase falcor con sebastián

pd.la canción es del original soundtrack de Forrest Gump

domingo, 17 de agosto de 2008

Cat food, de Pedro (Gonzalo) Casusol

Gonza ha venido a casa esta mañana. Trajo veinte discos en blanco y dijo que íbamos a quemar el soundtrack de su libro. Yo nunca he visto muchos libros con soundtrack, salvo Todas las mujeres son galgos de Sergio Galarza y Rayuela de Cortázar; sin embargo, ahora que intento seguir durmiendo mientras él pone Who can it be now, Straight to hell, Cat food, Cha-cha-cha D' Amour, Queen Jane Approximately, Flaca, 100% de nada, y los 22 minutos de el Aullido de Ginsberg, me he dado cuenta de lo bien que hace que los libros tengan soundtrack, sobre todo para una generación como la nuestra que ha aprendido a comer con música, caminar con música, dormir con música, escribir con música y hasta tirar con música.

Después de quemar los veinte discos y dedicarme uno de ellos (una lástima que en la dedicatoria del cd haya puesto "para mi pata" y no "para mi gran amor" como puso en el libro xD), Gonza se fue y yo me vine caminando desde mi casa hasta la agencia. Iba oyendo el soundtrack de Cat food. Entonces, mientras avanzaba por la avenida Aramburú he ido recordado mis cuentos favoritos del libro: La rata mutante, Straight to hell, Get out of here, El enganche del caracol, Cat food, etc., y me he preguntado cosas muy raras. Cosas como cuán rentable será poner una tienda de soundtracks literarios?, cuánta gente vendría a preguntar por el disco de En el camino?, cuantos por el de El perseguidor?, cuántos por el de Héroes? ¿Dónde podría conseguir aquella canción que Phoebe le canta a Holden..."si un cuerpo encuentra a otro cuerpo cuando van entre el centeno"? ; y finalmente me he preguntado, por qué rayos será que me encarño tan fácilmente con libros que hablan de canciones como este, y cuyas pequeñas historias son tan despreocupadas y diferentes, que sus posibilidades -al igual que las de la música- van desde la capacidad de destrozarte en un par de minutos, a la de acompañarte casi inadvertidas, mientras le robas la comida a tu gato.



La presentación de Cat food de Pedro (Gonzalo) Casusol, será este miércoles a las 8pm en el bar mochileros de Barranco. Habrá libros, discos, pines y comida para gatos a discreción.

sábado, 16 de agosto de 2008

el mundo perdido

Los dinosaurios tuvieron la culpa de que yo me hiciese un adicto a la lectura. Luego se me olvidó. Ahora en los libros que leo no salen muchos dinosaurios. Tampoco gente de diez centímetros como los liliputienses de Los Viajes de Gulliver. Ahora casi todo es una gran metáfora. Los personajes que leo tienen locuras salvajes como pterodáctilos, o bien son tipos que caminan por el mundo como si midieran diez centímetros. Pero cuando yo era niño, nada era metafórico en los libros. En los libros habían dinosaurios y punto. Con el tiempo, dejé de vivir en casa de mi abuela y todos aquellos enormes bichos se quedaron encerrados en su vieja biblioteca. Le ha tomado al azar, veinte años, volver a poner un libro de dinosaurios en mis manos. Me lo prestó Sandra, y fue El mundo perdido, de Arthur Conan Doyle. Cuando me lo dio yo me reía porque Sandra siempre me presta libros con dibujitos y eso es muy chistoso. Pero esta mañana lo terminé, y todo volvió a mi. Recordé Viaje al Centro de la Tierra, uno de mis primeros libros. Recordé que siempre abría las enciclopedias para leer sobre dinosaurios, cortaba sus figuras, las pegaba en mi pared. Y recordé también, que cuando de niño salía con mis amigos a los cerros a buscar arcilla para la clase de arte, yo andaba más preocupado encontrando viejas conchitas marinas y otra suerte de fósiles que probablemente sólo eran los viejos restos de un gallinazo, pero que desataron en mi una férrea vocación por la paleontología. No recuerdo cómo fue que un día me alejé de todo aquello. Ahora pienso que talvez por eso es que me gustan tanto los pacazos, las iguanas y todos los reptiles en general. Pienso en todas aquellas vocaciones infantiles que tuve: astronauta, paleontólogo, científico loco, jack costeau, etc, enterradas como fósiles en algún rincón de mi memoria. Y me consuela saber, que finalmente lo que escogí fue ser escritor, y que de alguna manera esa vocación, me comunica a través de las palabras y la imaginación, con cualquier otra que hubiese tenido, o que tendré.


miércoles, 13 de agosto de 2008

la ciudad se nos mea de risa, nena

Hoy he vuelvo a gastar mucho dinero en libros. No ha sido todo mi culpa. Las cosas en la agencia no van bien. Era lo de los libros o llenar una mochila de ropa y largarme hoy mismo de este lugar. Me he quedado por mi equipo. Son unos chicos estupendos. La responsabilidad me tiene sin cuidado, pero a ellos no puedo dejarlos colgando. De todas formas para ser sincero, no creo que lo de los libros esté tan mal. Hay gente que hace lo mismo pero con tortas, licor o lencería. Yo también compré una cerveza y algo de lencería antes de ir por los libros, pero bueno, ese no es el punto.

Al terminar, me vine caminando con la bolsa por Comandante Espinar. Era una bolsa grande porque había cogido dos libros largos con los posters de las películas símbolo de los 80's y los 90's. Con lo que me costaron pude haber comido un par de semanas así que supongo que ahora tendré que volver a mi viejo régimen de sopas ramen y pan seco. Igual habrá valido la pena. En el libro de los 90's salen los posters de Pulp Fiction, Trainspoting, Truman Show, Mars Attacks, Miedo y asco en Las Vegas, American Beauty, Terminator 2; y en el de las películas de los 80's salen los posters de Los Cazafantasmas, Rambo, Robocop, E.T. y varias de esas que nos pasaban hace años en Función Estelar por el canal 2.

Cuando llegué al parque kennedy cogí una banca cerca a la iglesia y saqué el resto de los libros. Tenía varios de esos de bolsillo que cuestan cinco soles. Estaban El Perseguidor de Cortázar, El Fantasma de Canterville de Oscar Wilde, El coronel no tiene quien le escriba de García Márquez, Los muertos de Joyce, y una antología de relatos de Juan Rulfo. Además volví a comprar El guardián entre el centeno. Ya sé que lo he leído como una media docena de veces pero hoy me han puteado tanto que necesitaba uno de esos libros que me hicieron ser quien soy. Un poco para acordarme de donde es que vengo.

Una de las cosas en las que por ejemplo me solidarizo con Holden, es en que igual que él, siempre que voy a hablar de algo termino contando ochenta historias alrededor de lo que realmente iba a decir. Según recuerdo abrí este post para decir que me pareció raro que en los dos libros que hojeé hoy sobre la banca del parque: El guardián entre el centeno y El perseguidor, la historia comience con un tipo que ha perdido algo en el metro.

Holden: los floretes y uniformes del equipo de esgrima de su colegio
y Johnny Carter: su saxofón

He leído un poco de ambos y luego me he tomado un taxi a casa. Al bajar del taxi he mirado al interior para ver si no había dejado algo dentro. Es raro porque al hacerlo me he dado cuenta de que siempre hago lo mismo. Siempre estoy revisando si no se me queda algo en el taxi o en el bus. Lo extraño es que a pesar de que nunca encuentro nada, igual siempre me queda la sensación de haber perdido algo. Me gustaría encontrarme algún día con que se me ha caído un libro, mi celular o mi lencería. Cuando no encuentro nada, me preocupa que lo que se me esté olvidando entre tanto viaje y tanto trabajo, sea algo más importante.

Talvez suene un poco idiota. Alguna gente dice que yo siempre ando exagerando las cosas, pero bueno, es todo como en esa vieja canción de Serú Girán. Aquella en la que Charly dice "este invierno fue malo y creo que olvidé mi sombra en un subterráneo."

Es cuando menos, para estar alerta. Como saben, este invierno se proyecta malo, y a decir verdad, yo siempre he confiado mucho en las canciones.


lunes, 11 de agosto de 2008

Carrie

bueno, yo quería escribir un montón en estos días, pero las cosas están como están y uno vuelve a casa tarde, con mucho alcohol o sueño y ya no hay más que el llamado de la almohada. de todas maneras quería decir que ayer puse la canción Carrie de Europe en mi singing box porque tras leer el libro de Stephen King sufrí un repentino y fulminante enamoramiento del personaje: una chica de dieciséis años con poderes telequinésicos que tras ser burlada por las cochinas zorras de su colegio termina destruyendo la ciudad entera y prendiendo fuego a más de cuatrocientas personas. Es algo un poco raro esta obsesión mía con Carrie porque yo siempre he huído de las mujeres muy locas, pero parece que en el fondo hay algo y siempre vuelvo a sus brazos. Mañana será otro día duro en la agencia así que prefiero escribir algo hoy. Ser jefe apesta. Preferiría seguir en el canta rana con la gente de heridita como hasta hace una hora. estábamos celebrando la inauguración de la muestra de javier que presentó sus dibujos en Dédalo. La exposición es muy buena y estará ahí por tiempo indefinido, si pueden vayan a verla. Al regreso en el taxi con Marité frente a Sanguches Monstruo, un tipo enmáscarado con una bolsa plástica nos emboscó y nos amenazó con un saco de basura que agitaba como una gran hélice. Lo esquivamos fácilmente. Al llegar a mi casa y pararme frente a mi cuarto he visto a Bukowski en el poster pegado en la puerta. Lleva una botella de licor en la mano y bajos sus pies hay una nota que dice: los tipos duros escriben poesía. Yo escribo poesía algunas veces pero no creo ser un tipo muy duro. Quisiera ser un tipo duro y que no me importe la hora ni la resaca de mañana. Seguir escribiendo hasta el amanecer. Sé, sin embargo que lo más probable es que acabe esto en un par de líneas y me vaya a dormir. Mi único consuelo es que presiento que hoy soñaré con Carrie y eso me pondrá de mejor ánimo para mañana. Carrie bañada en sangre de cerdo. Carrie cruzando la puerta de la agencia y prendiéndole fuego al lugar entero. Decenas de macintosh derritiéndose sobre los escritorios, la tinta de las impresoras en llamas de colores y los diseñadores huyendo como una manada desbocada de bisontes, en su glorioso escape hacia la libertad.

viernes, 8 de agosto de 2008

the three little bops


me pregunto qué porcentaje de mi visión del mundo,
la música, las chicas, el trabajo, el amor y la muerte
ha sido concebida en mi niñez
sentado por la mañana frente al televisor
viendo las Merrie Melodies

jueves, 7 de agosto de 2008

viernes, 1 de agosto de 2008

el corto y trágico ocaso del hombre limpiatipo







fotografía: hiroshi sagawa dirección: el equix guión: pantalones piers