domingo, 31 de mayo de 2020

La table servie


Hace unos días vi una escena de Los años maravillosos en la que Kevin alza la vista hacia el cielo y se pregunta cómo estarán los astronautas del Apollo 13 después de la explosión que puso en peligro su regreso en 1970. Mientras la toma se aleja, se oye su voz en off: —Mamá, ¿crees que los astronautas logren volver a casa?—. Ella le responde: —No lo sé, Kevin—. Y acaba el capítulo.

Esta mañana, mi amiga Carmen me escribió desde Barcelona para contarme que los astronautas de la misión SpaceX que partió ayer al espacio tienen cuentas de instagram y podemos ver hasta lo que comen. Entro a mi instagram, los busco y, efectivamente, veo que Doug Hurley ha posteado su desayuno: un plato con jugosos cortes de carne y 2 huevos fritos.


Pienso: Qué tan pendejo puede ser el ser humano que incluso tras años de riguroso entrenamiento en la NASA no puede evitar hacer un post de su comida en vez de ir a la ventana y mostrarnos el espacio. Pero cómo culparlo, csm. Si yo mismo ayer estuve todo orgulloso posteando imágenes de mi primer ceviche de cuarentena. Y antes que salgan los viejos lesbianos a joder a los millenials por querer registrarlo todo con su celular, les recuerdo que hace 200 años Nicéphore Niépce también dedicó una de las primeras fotografías de la historia de la humanidad a la comida. La foto se titula: La mesa servida.

Dicen que los perritos no pueden comer si antes no huelen su comida pues es así como la reconocen. Definamos entonces al homo sapiens moderno como ese bicho terrestre que ya puede pasearse en chancletas por el espacio, pero no puede comer su comida sin antes sacarle una jodida foto.


miércoles, 27 de mayo de 2020

jueves, 21 de mayo de 2020

En mi coche

Este es uno de los regalos más bonitos que me han hecho. Es como si Nicole se hubiese contactado con el Doc de Back to the future para teletransportarse a mi infancia y traerme un pedazo de regreso. Yo pensaba que el disco se llamaba “En mi coche” como la canción. Porque además sale un hermoso coche en la portada, pero se llama “Estamos locos… ¿o qué?” que es como yo le digo a ella cuando me sale con alguna pendejada: “Ta loco tú? Fue grabado, mezclado y lanzado en 1987, cuando yo tenía 8 años y Nicole no existía. Estas canciones son parte de mi primera educación musical que -por suerte- no solo estuvo a cargo de mi vieja que oía a Raphael y a Roberto Carlos, sino también a cargo de mi tío Hache, muchacho ingenuo, enamoradizo y autodestructivo. En el disco, además del tipo que espera a su novia en su coche, hay rolazas como Y cayó la bomba fétida, Una mujer de bandera y No, No… No (un cuento de Cortázar también se titula así, por cierto). Pero lo mejor es que el álbum cierra con Temblando, el primer lento de mi vida que oí en repeat como si supiera algo del amor. Y como si existiera el repeat xD (en esa época tenías que rebobinar el casete con lapicero nomás). Por suerte, no tuvimos control alguno sobre nuestra primera educación musical. No podemos ponernos atorrantes como ahora que hacemos creer a los demás que crecimos oyendo a Bowie y a Joy Divison. A veces revelamos estos oscuros secretos cuando estamos en confianza o con una copa de más. Y a veces, alguien que te quiere presta atención, y te los trae de regreso.



miércoles, 20 de mayo de 2020

Thriller

Thriller fue el primer casete de mi vida. Cuando Michael Jackson lo sacó en 1984 yo tenía 5 años y aún vivía en Trujillo. Recuerdo la cara entre divertida y preocupada de mis papás cuando me veían correr hipnotizado hacia la tele porque acababa de empezar el vídeo de los zombies que bailaban. No eran, sin embargo, los zombies lo que más me gustaba, (aunque después también me compraron un rompecabezas de Michael rodeado de muertos vivos que nunca logré armar). Mi parte favorita era la escena del bosque cuando Michael le dice a su novia “No soy como otros chicos” y luego le salen colmillos y le grita ¡HUYE! No sé cómo mis papás –amantes de los boleros y un romanticismo menos diabólico- accedieron a comprarme el casete. Presumo que mis tíos más jóvenes deben haber abogado por mí. Mi amiga Karen no tuvo tan buena suerte, pidió un casete de Iron Maiden y, cuando su viejo vio la calavera en la portada, le compró uno de Enmanuel con la tetilla al aire xD. Hoy no es el aniversario de Thriller ni nada, solo que estoy indagando en el germen de mis primeras nociones sobre la ficción y esta me parece importante. Ahora, 35 años después, cuando en clase de Guion les proyecto a mis alumnos Vincent, el primer cortometraje de Tim Burton sobre un niño que sueña con ser Vincent Price y meter terror, me emociona contarles que Price fue el actor que narraba el vídeo de Thriller y cuya espeluznante e inolvidable carcajada sonaba al final. A diferencia de todo lo que les enseño a mis alumnos, esto no necesito explicarlo de nuevo. Todos recuerdan esa carcajada y todos recuerdan Thriller.


martes, 19 de mayo de 2020

Un jabalí de la suerte

En Florencia, cerca al río Arno y junto a un pequeño mercadito, hay una escultura de este jabalí a tamaño natural. Dicen que tocarlo da buena suerte, por eso su bronce está siempre reluciente, de tanto que la gente le pasa la mano sobre el pellejo dorado. Espero que algún día tú también conozcas Florencia, corazón. Es una de las ciudades más bellas en las que he llorado. Espero que escuches correr las aguas del Arno ante ti. Que puedas comprarte una cerveza junto a la casa de Dante Alighieri, solo por joder, solo para poder brindar mentalmente con todos los Infiernos y todas las Beatrices de nuestra vida. Que luego te vayas caminando tan campante rumbo al mercadito ese. Y que justo antes de estirar la mano hacia el jabalí dorado, recuerdes que a veces estar delante de algo bello es toda la suerte que uno necesita.


martes, 12 de mayo de 2020

viernes, 8 de mayo de 2020

Maicol

Hoy en el diario La Industria de Trujillo ha salido publicado mi cuento Maicol. Es la historia de un pollito al que entrenan pa' que sea gallo de pelea, o sea, como la vida de cualquiera de nosotros. Me emociona ver el dibujito de Maicol ahí en la página de cultura, todo despeinado y 'chomierda debajo de Spike Lee. ¿Cuántos de mis paisanos trujillanos lo habrán descubierto esta mañana? Lectores que tal vez nunca conoceré pero que se han asomado a mi infancia. Salvando las diferencias, me siento un poco Valdelomar publicando El Caballero Carmelo en el diario La Nación hace más de 100 años. Yaaa tampoco seas locooo pe ctm, Valdelomar era el Carmelo, tú no llegas ni a pichón de Ajiseco xD oe, pollo de ropavejero de la narrativa nacional