Desde hace unos meses, he estado comprando los comics originales de Batman que vienen los miércoles con Perú21. Al principio ha sido un extasis, una revelación. Héctor y yo leímos frenéticamente los cuatro primeros números -el guión de Frank Miller y las ilustraciones de Mazzhucchelli-, simplemente no podíamos creerlo. ¿Has visto que paja esta huevada? ¿Ya leíste la segunda? ¡No te olvides de comprarla! ¡Maldito Frank Miller! Oh mierda! y cosas así. Luego ha venido la segunda tanda, de Barr y Davis, un poco menos oscura gráficamente y con más color, pero igual muy buena con todo aquel rollo del Segador y el asesino de los padres de Bruce. ¿Usaría la pistola? Batman? ¡Batman no lo hagas! Héctor se cagaba en la leche, se cagaba en Batman, pero feliz. Préstamelo perro, te lo traigo mañana. Dale tío.
En marzo ya empezó la tercera tanda a cargo de Starlin, Aparo y DeCarlo. Ok, no soy un experto del comic pero ¿Quién carajo son esos tipos?. Me parece que esto ya es de mucho más adelante. Aparecen Robin y el Guasón. Ya se fue todo a la mierda por supuesto. Las viñetas tienen todas iguales perspectivas, los colores bien podrían ser los de una tira de Archie y no usan segundos planos. Las he seguido comprando porque de todas maneras la historia no deja de tener gracia. No es un guión retador, lleno de vasos comunicantes como los de Miller, pero si vas en la combi y quieres leer algo entretenido, está bien.
Hoy sin embargo, el asunto se ha sobrepasado. Tres páginas antes de terminar el que compré esta mañana ha aparecido Superman. Vino volando y se puso delante de Batman el cabroncillo. Batman le ha dicho: SUPERMAN! ¿Qué haces acá? Y yo he dicho lo mismo SIII SUPERMANNN ¿QUE CHUCHA HACES ACA!??!. Luego mientras Superman le explicaba la situación, Batman ha comenzado a darle de puñetazos en la cara sin conseguir más que magullarse los propios nudillos. Una vergüenza. No he atinado a nada más que a dejar el comic a un lado, preguntarme si compraré la siguiente entrega que es la última de esta tercera tanda; y si para completar el burdel, no aparecerán en ella Aquaman, la mujer maravilla o los putos gemelos fantásticos con su mono. También me he preguntado por mi tíoHéctor. Lleva algunas semanas sin comunicarse. Ya sé que él siempre suele desaparecer, pero esto ya es mucho. Me deja preocupado la impresión que le pueda haber causado la entrega de hoy. No dejo de imaginármelo presa de una risa nerviosa, loca, triste, aún sentado en el water con el comic entre las manos, la boca abierta, el cabello crispado, la mirada fija en una viñeta en la que su gran héroe Batman -El Caballero de la noche- atesta inútiles puñetazos sobre el rostro metálico de Superman.