viernes, 22 de mayo de 2009

mi habitación es apenas un poco más grande que mi cama, lo cual por supuesto, no quiere decir en absoluto que mi habitación sea pequeña. todas las noches un dragón me sobrevuela sin derribar siquiera las cosas de la cómoda: la botella de whisky, nuestras fotos, el pequeño hombre con las manos de tijera. compré algunos libros para pasar el invierno. compré un termo y un pote de café porque creo en ti tanto como en las canciones. sobre la cabecera pegaré el poster de mars attack. los rolling stones están cantando tu canción mientras te imagino en el bus recostada contra la ventana, mirando dentro de las casas ajenas, tal vez durmiendo un poco (ojalá), pensando como yo: anybody's seen my baby? pensando. no era en este video en el que aparecían los stones como colosos atravesando la ciudad. eso era en love is strong. una frase que no puedes evitar ni olvidar. love is strong. love is strong. love is strong. repítela mientras duermes. love is strong. he cambiado las sábanas. he envuelto mi almohada con la noche de ayer mientras pizarnik me mira escondida detrás de las sopas instantáneas. mi habitación es apenas un poco más grande que mi cama. si extendemos los brazos y las piernas seremos el hombre de vitrubio. mi habitación no es pequeña. aquí están los stones, aquí la resaca de ayer, aquí dentro el volcán de Lowry que esta mañana en el parque hizo erupción, aquí el invierno y aquí tu increíble imagen que ahora atraviesa la ciudad, abriéndola en dos como un dedo quitándole gotas a un parabrisas, un poco de aliento cobrando forma de nube mientras avanzamos por el centro y nos frotamos las manos, pegamos los hombros y vamos dejando que nuestra ropa de invierno se vaya reconociendo, olfateando, adhiriendo, como dos perros callejeros que acaban de encontrarse y juntos van esquivando a la gente.