miércoles, 10 de octubre de 2012

HEY JOE

Mi edificio está salvaguardado por una familia de guachimanes. Está el papá guachimán, la mamá guachimán y los wachimancitos. Viven todos en el noveno piso y se turnan para cuidar la portería. Por las mañanas está el papá, al mediodía se queda el hijo, por la tarde está la hija, en la noche la vieja, y por las madrugadas el sobrino: un wachiturro con quien he trabado amistad. Le he apodado "HEY JOE" porque siempre anda escuchando canciones de esas que si no sabes la letra puedes cantarlas levantando los brazos y diciendo "HEY JOE". Anteayer le bajé un pan con huevo y una taza de café. Al subir a devolverme la taza vacía entró a mi cuarto. "Asu, cuántos libros" dijo. Le pregunté si quería que le prestase alguno. Me dijo que sí y le di "Por un caraxo", las aventuras del Caraxo Man. Hoy ha venido a devolvérmelo diciéndome que estaba muy bueno. Me ha pedido otro. He decidido subirle el level y le he prestado el compilatorio de las columnas de "Caín y Abel" de Rafo León que también es un cague de la risa. -Este ya no tiene dibujitos- le advierto. También se ha llevado una manzana y un pan. De pronto he recordado una frase que solía decir mi amigo Fer cuando alguien me invitaba a su casa a comer "no lo alimentes porque va a volver". Era algo que me daba mucha risa pero ahora presiento que es una frase cierta. Solo espero que si mi pata HEY JOE vuelve, lo haga tanto por los libros como por el pan; y que tal vez en un par de semanas, cuando se agote la sección de cómics, se lleve también algo de Capote, de Bradbury, quién sabe si hasta de pronto un día llego a la portería y lo encuentro wachiturreando un cuento de Maupassant.

2 comentarios:

[_kara_] dijo...

mi amor, con estos dos últimos posts pareces la madre Teresa de la literatura ♥

Pierre dijo...

xD