jueves, 13 de marzo de 2014

Stephen King en Huancayo

¿Cuál fue el primer libro de Stephen King que leí? Fue Cujo. Lo compré un domingo en que el mundo parecía deshabitado y comprar un libro sobre un perro psicópata parecía buena idea. No sólo era la falta de gente en la avenida Aviación, sino esa decadente imagen de las columnas del tren que nunca pasaba. Para mí, jamás lucieron como los rieles de un tren que llegaría. Eran más bien como las ruinas de una civilización devastada. Me senté en un paradero a hojear el libro. Corría el 2007 y yo esperaba un bus que me llevase a la reunión semanal para leer cuentos con los heridos. La novela no empezaba hablando del San Bernardo que contrae rabia sino de un asesino de mujeres llamado Frank Dodd y de una abuela que asustaba a los niños diciéndoles que si no se portaban bien Frank Dodd vendría por ellos. A pesar de que el asesino se había quitado la vida, era como si el terror colectivo de los niños lo mantuviera vivo. Entonces era muy pronto para sacar conclusiones sobre el rollo de S.K. pero, ahora que miro hacia atrás y pienso en esas primera página de Cujo comparada con sus otras novelas, me doy cuenta de que si Stephen King no es un típico escritor de libros de terror es porque, a diferencia del resto, él no escribe libros para causar miedo, sino que escribe como si quisiera descubrir QUÉ ES EL MIEDO. Lo importante no es el gatillo que dispara el terror (tal vez por eso en los Simpsons lo parodian y aparece diciendo que va a escribir una historia de horror sobre Benjamin Franklin y la electricidad) sino lo que sucede cuando el terror entra a tu mente. Después de Cujo leí Carrie y debo decir que ella resulta mucho más entrañable en la novela que en la peli de Coppola (sobre todo cuando cuentan que le gustaba Bob Dylan y que anotaba en su cuaderno frases de Just like a woman). Ni qué decir de la nueva versión hollywoodense ¿Alguien la ha visto? ¿Debo verla? Luego mi tía Magali me regaló The body (llevada al cine como Stand by me) y hace una semana terminé las 1503 páginas de IT, que es probablemente uno de los libros que más me ha enganchado y que por supuesto no trata de un payaso asesino aunque la portada diga lo contrario. ¬¬. Ahora dicen que Stephen King va a venir a la feria de Huancayo y pienso que tiene que ser joda. Pero ¿y si no es joda? Hace unas semanas mi amiga Carmen me prestó una peli llamada "Stuck in love" que trata de una familia de escritores. El hijo adolescente es fan de Stephen King y tiene todos sus libros y cuando por fin consigue una novia guapísima, le regala IT como quien le regala una caja de chocolates. Otra gente regala El amor en los tiempos del cólera, Rayuela. Son cojudeces. Él le regala IT y a la mierda. La cosa es que la hermana, que también es escritora y acaba de publicar su primera novela, le envía a S.K. uno de los cuentos de su hermano y S.K. termina llamándolo y le dice que su cuento está de puta madre. Yo pienso que si Stephen King es uno de esos escritores atípicos que: 1. ganan dinero escribiendo 2. llaman por teléfono a sus fanáticos, tal vez también sea posible que venga a una feria en Huancayo. Después de todo, en IT, uno de sus personajes cuenta que unos indios peruanos le enseñaron a meterse limón por la ñata para aguantar mejor el alcohol. Además, otra de las cosas pajas de S.K. es que usualmente sitúa varias de sus historias en los lugares donde ha vivido, como Maine, su pueblo natal. ¿Y si viniera y escribiera una novela de terror sobre Huancayo? Tal vez algo maligno que habita en el tren o en las nieves del Huaytapallana. Oh demonios. Debo preparar mi mochila.

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