martes, 27 de mayo de 2008

Queremos tanto a Uma



En el año de 1994, una masa de millones y millones de jóvenes confundidos y perturbados a quienes luego el mundo conocería como “la generación X”, descubrimos por fin, vaya mierda, lo que era enamorarse de una mujer que jamás veríamos fuera de la pantalla del cine.

Nunca hasta entonces, seamos honestos, habíamos comprendido porqué coño existían canciones como Bette Davis Eyes o libros como La traición de Rita Hayworth. Por supuesto que habíamos oído hablar a nuestros viejos de Sofía Loren, Raquel Welch o Ingrid Bergman, pero pensábamos que aquellos eran delirios de viejo y que enamorarse de una actriz (que además se parecía a nuestras madres), eran huachafadas de sus épocas. Epocas en las que la gente se paraba y aplaudía cuando mataban al malo o se enojaban porque el cretino revivía en otra película con una personalidad diferente.

Pero claro, ¿cómo no iban a enamorarse de las actrices?, si por aquel entonces ir al cine era una ceremonia maravillosa en la que mi viejo tenía que llevarle manzanas chilenas al boletero del cine provincial para que lo dejara entrar a ver películas eróticas. Y digo eróticas, cuando lo erótico significaba ver una rodilla, un hombro, o un poco de muslo pelado por algunos escasos segundos y contentarse con eso, llevarlo morbosamente en la memoria por semanas enteras y compartirlo en el colegio con los que no habían podido ir, como si se tratara de la privilegiada visión de una aurora boreal en el jardín de casa.

¿Cuánto hace ya de eso? Veinte, treinta, talvez hasta cuarenta o cincuenta años. Ahora la gente va al cine semanalmente y escoge las películas por el horario en que las pasan, el popcorn cuesta más que la entrada y ya no viene en pequeños conitos de papel sino en groseros baldes de cartón a los que sólo les falta la liga para que la gente se los ate al cogote y rumie el maíz como caballos.

Ahora, ponerse a escoger una película mientras sostienes tus quince soles en la mano sudorosa, es un deporte de aventura, casi una odisea espacial en la que hay que sortear una lluvia de meteoritos de pura mierda para dar con algo bueno. Estos, son los tiempos tan poco románticos en los que nos han tocando vivir.

Pero supongo que así como la gente se sigue tomando de la mano pese a que las bombas destruyen ciudades enteras del medio oriente y los agujeros en la capa de ozono amenazan con extinguir nuestra raza; asímismo, aún nos tocará también a nosotros -la generación X y las venideras-, salir del cine enamorados con las zuelas de los zapatos llenas de popcorn, aunque para ello tengamos que esperar a que directores completamente locos como Tarantino nos pongan delante a una mujer, que envuelta en un saco marrón le da play a un viejo tocacintas y se pone a bailar con los ojos cerrados una canción de Neil Diamond, mientras en el baño de su casa un confundido John Travolta se mira al espejo y trata de convencerse de que tirársela no es lo que más desea en el mundo.

Talvez ahora ir al cine ya no sea lo mismo que antes y a mi me siga dando envidia cada vez que mi viejo me cuente esa historia suya de cuando iba con su pandilla de desadaptados al cine, llevando gatos encaletados en sus mochilas a las películas de terror y lanzándolos desde el mezzanine a la platea en el momento de más suspenso, para luego desternillarse de risa viendo como la gente salía despavorida de la sala entre arañazos, maullidos y algún que otro paro cardíaco.

Pero sin duda, nunca le envidiaremos, sus malditas Raquel Welch ni sus caprichosas Vivian Leighs. Nosotros tenemos a Uma. Hemos bailado con ella canciones de Chuck Berry en el Jack Rabbit Slim’s, la hemos recogido del suelo de su casa cuando sufrió la sobredosis de heroína y le hemos clavado una aguja con adrenalina en el corazón para revivirla. Parados en la entrada de su casa hemos oído su estúpido chiste de la familia tomate una y otra vez, y así como nuestros viejos soñaron tocar el piano como Humprey Boggart en Casablanca, nosotros hemos deseado ser Vincent Vega metido en aquel baño, cada puto día de nuestras vidas.

Probablemente llegue el día en que yo también aburra a mi hijo hablándole de Uma y él termine pensando que soy un viejo loco y nostálgico. Pero hasta que ese día llegue, la Mia Wallace de Pulp Fiction, será una razón más para que la generación X pueda gritarle al mundo, que no somos la generación sin ideales y sin héroes. Es sólo que talvez ya no nos vuelven locos los ideales ni las chicas de antes. Talvez preferimos a las que bailan con los ojos cerrados y caen fulminadas porque no saben como drogarse, las que bailan twist cuando el twist ya no está de moda o que lucen como femmes fatales pero que luego van y ordenan malteadas de cinco dólares que no tienen alcohol y nos dan a probarla de su misma cañita.

Uma Thurman, encarnando a Mia Wallace en Pulp Fiction, a Beatrix Kiddo en Kill Bill o a la esposa de Henry Miller en Henry y June, salvó a nuestra generación del anonimato y eso es suficiente para que me haya pasado la tarde escribiendo sobre ella. Si luego la muy salvaje decidió filmar cosas tan horribles como Los productores o Mi Super ex-novia, es algo que nos tiene sin cuidado y que en todo caso resolveremos incinerando todas las copias y originales que encontremos de aquellas catástrofes. Si de todas formas Uma decidiera persisitir con aquello, talvez nos juntemos un grupo de sus fanáticos y planeemos su muerte. Ya saben, es algo que se le ocurrió a Cortázar en aquel cuento suyo “Queremos tanto a Glenda” en el que un grupo de fanáticos decide matar a su actriz favorita por andar aceptando papeles mediocres. Supongo que las costumbres no cambian mucho. Yo no sé quién rayos sería aquella actriz Glenda de la que hablaba Cortázar. Pero en todo caso nosotros, a falta de Glenda, tenemos a Uma. Y la queremos tanto, que podríamos matarla.

9 comentarios:

Pati Difusa dijo...

Pierreeeeeee

soy la primera en comentar, que emocióooooon

oye, la Generación X también tiene a Nicole Kidman

yo me enamoré de Nicole Kidman cuando la vi en "To die for" (todo por un sueño), película donde Gus Van Sant pone a Nicole de mala, pero así mala mala recontra perra capaz de todo por un estrellato.

y no la vi en el cine, la vi en canal 2, mal doblada en mi viejo televisor Sony (antena de conejito), pero valió la pena, valió ver a Nicole tirar de alma con el chibolazo pirañón de Joaquín Phoenix y sonreír cuando le preguntaban por su esposo muerto

tal vez no te guste tanto Nicole como Uma, pero te lo decía porque es para mí como lo que sientes por Uma

te odio por contarme de qué se trata "Queremos tanto a Glenda", debo leerla

Oye, préstame "la traición de Rita Hayworth", desde que leí que Vargas Llosa la descalificó en un concurso quiero leerla.

Pati Difusa dijo...

p.d. To Die For es una película de 1995, así que va casi casi a la par con Pulp Fiction, y es muy buena eh, de ese tipo de películas que Nicole debería hacer más seguido en vez de ese abominable remake de Hechizada

¿Has visto Amistades Peligrosas? Sale Uma Thurman chibolaaaaaaaaaaza con Keanu Reeves también chibolaaaazo y John Malkovich (ese parece que siempre fue tío) y Glen Close en el papel de la maldita basura. Hay una escena deliciosa donde la pobre de Uma tiene un vahído y se cae de una manera tan, tan, pero tan linda, así toda chibolita y delicada, sé que amarás esa escena brevísima

p.d. p.d. p.d. cada vez me convenzo más de que tu viejo es un capo

Seamos lecas dijo...

Ouh Make me ur Uma, Quentin girl

Genaro Bernilla dijo...

Uma Thurman, Christina Ricci y Natalie Portman... Yeahhh !!!

Anónimo dijo...

=D
sin duda, uno de los mejores textos de la noche...te odiooo!!! lalala


Pierre, qué es para siempre?
XD

Unknown dijo...

Hubo dos partes que me encantaron, la primera fue cuando terminaste el texto y el proyector mostraba a la condenada de Uma en el suelo casi convulsionando ..fue un buen final, la otra parte fue cuando te levantaste con toda la ira de Beethoven a callar a ese calvo que no cerraba el pico fue como ver la 5ta sinfonía en vivo xD!!!!!!!!
¡Rómpele la mitra Pierre! gritábamos en silencio mientras agitabas tus manos xD!

¡¡alaaaaaaaaaaaa nos ganamos con la ira de Pierre!!!!!!!

Anónimo dijo...

el mejor texto de la noche.. me encantó.

pd: cronopio es tu hincha T_T

Anónimo dijo...

yo escribiría "queremos tanto a pierre",
pero no te mataría
:P

M. dijo...

yo sí

=D