lunes, 2 de septiembre de 2013
colegios chinos
Así que estoy en el cumpleaños del Equis. A ratos me quedo solo porque he llegado temprano y al único que conozco es al Equis y a su novia. Pico pasas con maní. Reviso su colección de vinilos. De pronto llega este chico que me cuenta cosas. Dice que me conoce de antes y yo también lo reconozco pero no tenemos ni puta idea de dónde. Pero eso no es lo importante. Lo importante es lo que me cuenta. Me cuenta, por ejemplo, que estudió en un colegio chino. Según él hay tres colegios chinos en Lima: el de los ricos, el de los menos ricos y el suyo. Él no es chino pero de chibolo era berraco y dice que una vecina le dijo a sus viejos que en ese colegio no creían en Willie Colón ni en eso de "árbol que nace doblao jamás su tronco endereza", así que lo metieron de cresta. Me cuenta que todos sus compañeros eran chinitos pero se llamaban Pedro, Andrés, Jorge. Dice que él les decía "Oe, tú eres chino, has nacido en China, tu viejo es chino, tu vieja es china, no me jodas con que te llamas Pedro, ya, suelta la cachanga". Entonces sus amiguitos les decían sus nombres de verdad: Chen, Liu, Feng, Chinji, Naruto. En el propio colegio les habían sugerido que usen otros nombres para que les sea más fácil socializar. ¿Qué carajo? Por ejemplo ¿tú cómo te llamas? Chun Li. A la mierda, ahora te llamas Carmen. No contaban con Nintendo y Capcom. Si yo hubiese conocido a una niña llamada Chun Li, no me hubiese sido difícil socializar con ella. Probablemente hasta me hubiese enamorado. Chun Li significa Bella Primavera y su nombre me recuerda, además de mi infancia, un agudo grito y patadas giratorias de cabeza. ¿Por qué habría de llamarla de otra forma?
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