miércoles, 18 de febrero de 2009

Los muertos

¿Hay algo más hermoso que la paciencia de este hijo de puta de James Joyce para que en un cuento de noventa páginas se tome las primeras setenta! en hablar huevadas que no vienen al tema y que cuando suelte esas últimas veinte uno se de cuenta de que no eran huevadas y que todo ese lento dalequetedoy de la fiesta, la cena, las tías Morkan y el jodido piano finalmente despiertan como voraces fieras para meterse al diálogo de Gabriel y Greta y hacer del cuento una vorágine implacable que te deja allí medio loco en la banca de un parque mientras cae la tarde y uno acaba de dejar toda su ropa en la lavandería?

2 comentarios:

M. dijo...

todo eso es una pregunta?

Pati Difusa dijo...

diablos

justo ayer dejaron "dublineses" en la oficina y no tuve tiempo de hojearlo.

hoy ya no estaba.

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