jueves, 11 de junio de 2009

dijo que las casas en China eran redondas y más tarde preguntó quién había inventado el inodoro

Que loco es todo. Hace un par de días escribía aquí en mi blog sobre Oswaldo Reynoso y ayer en la noche por la reputamadreeeeeee!!!! coincidí con él en el Centro Cultural de España donde mi gran amigo Jorge Flores (que también andaba por allí tratando de convencerlo de que el domingo baje a una pachamanca en su casa xD) me lo presentó. La cosa es que terminé no sólo conociéndo a uno de mis escritores favoritos, sino caminando con él hasta un viejo chifa de Arenales donde estuvimos con Jorge y Maynor Freyre oyendo sus chistes monses, mirando su hermosa cabellera blanca y chocando su vaso de cerveza con el nuestro. Lo traumático del asunto es que yo acababa de dejar mi mochila en casa y allí tenía su libro "En octubre no hay milagros" además de una revista Marc el loco en cuya portada aparecía él a la derecha de Bruce Lee. La puta que lo parió!. Lo único que me había traído de casa era mi jodido manuscrito de cuentos. Encima el que ya está todo garabateado con mis correcciones. Ahora ya no tengo mi manuscrito. Lo tiene él. Cuando sequé el último vaso de chela antes de huir raudamente, no pude evitarlo y se lo regalé. Hasta se lo autografié al cabrón. Esta mañana cuando abrí su libro morado y pensé (soñé, deliré, aluciné jodido) que tal vez Oswaldo podría también estar hojeando el mío, pues bueno ya se imaginarán, pocas veces me me ha atacado un delirium tremens tan hermoso.

4 comentarios:

Imberbe_Muchacho dijo...

no????????? POR LA RECONTRAPUTAMDRE!!!! has chupado con Oswaldo Reynoso???' no?????????? aNO JODAS PIERRE Y NO PASAS LA VOZ NO JODAS PUES!!!!!!
Puta mare que envidia

Pati Difusa dijo...

yo tengo una foto donde flu le pide un autógrafo a reynoso en pose 'arde papi'.


xD

Anónimo dijo...

Era verano en la cafetería de la Universidad Agraria y hacía un sol espantoso. Ya no quedaban mesas libres, así que un obeso señor de cabeza blanca me dijo si podía sentarse en mi mesa. Llegó mi helado y su café (sí, café con Lima a mil grados). Acababa de comprar un libro de una presentación que harían en menos de una hora en el auditorio principal. Lo hojeé. El título me llamó la atención: "El goce dela piel". Lo compré y lo tenía entonces sobre mi mesa. El señor obeso habló conmigo, reímos con cosas como: "Oiga, ¿ha visto que en las películas endulzan sus cafés con malvaviscos y no con azúcar?"
Cuando fui por un pastel de acelga el señor se había ido. Antes de hacerlo había escrito sobre la primera página de mi libro: "Para G. y la amistad que me ofreció. Oswaldo Reynoso."
Una hora después, en medio del auditorio principal, supe quién era aquel viejo hombre.

Flucito dijo...

es cierto, esa foto existe....... Puta, Pierre, para qué quieres un autografo de Reynoso si has chocado el vaso de cerveza con él? Huevón (así, completito) tiene tus cuentos y tú la memoria de esa noche ¿Qué chucha vale un autografo?