miércoles, 2 de abril de 2014

oh dios. estoy tan cansado que el único músculo que todavía puedo controlar es la lengua. los dedos se me mueven solos. es la memoria de las palabras ya escritas. he dictado clases por 9 horas seguidas, sin almorzar, sin peinarme. tengo una bolsa de mashmellows en la mochila y no la saco porque presiento que no tendré fuerzas para masticarlos. estoy en la sala de profesores poniendo canciones de radiohead y reuniendo valor para sacar mi bici del estacionamiento y pedalear hasta casa. usaría una de las frases hechas como "estoy más cansado que caballo de bandido" o "más cansado que galán de porno" pero la verdad es que se quedan chicas. en todo caso podría decir que estoy más cansado que el caballo bandido de una porno del oeste. mi viejo me dice: está bien hijo, para que tengas algo que contarle a San Pedro. y yo pienso que tiene razón, que ya me tocaba trabajar una jornada entera. como quien hacer turismo en la pea. pero si ahorita mero se desata el apocalipsis zombi, voy a dejar que me coman el cerebro. si ahorita mero organizan un concierto de Arjona en el campus, voy a quedarme escuchando. ¿se podrá dormir aquí? ¿abajo de estas mesitas? el otro día una amiga me entrevistaba sobre la vocación ¿cómo te diste cuenta? preguntó. cuando al salir completamente destruido de la agencia, llegaba a casa a escribir. es curioso que siempre me queden fuerzas para esto. y ganas. ganas de escribir. ganas de montar mi bici. diría también: ganas de verte. pero como no te voy a ver. mejor no lo digo.

No hay comentarios: