sábado, 7 de mayo de 2016

la literatura está en los detalles

—La literatura está en los detalles, muchachos. Por ejemplo, cuando García Márquez empieza El coronel no tiene quien le escriba, no dice: era un viejo muy pobre, sino que nos lo describe raspando con un cuchillo un tarro de café hasta que se desprenden las últimas raspaduras del polvo mezcladas con óxido de lata. Y tampoco nos dice que el viejo tenía hambre sino que dice que sentía que le nacían hongos y lirios venenosos en las tripas. Esas imágenes golpean, conmueven y perduran. ¿Entienden? Bien, ahora les toca a ustedes. Quiero que describan con un detalle el día más pobre de su vida.
—Profe, en la época en la que yo trabajaba en McDonalds estaba tan pobre que usaba el papel de las hamburguesas como rizla.
—¿Como quéee?
—Como rizla
—Csmre, oe, toma 10 lucas y anda tráeme un cuarto de libra sin pepa.

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