jueves, 12 de junio de 2014

empezó el mundial

¡Que insania bajar hoy a ver el partido inaugural a la sala de profesores! Conté más de 40 catedráticos arrimando sillas frente a la tele como los loquitos de Alguien voló sobre el nido del cuco. También me acordé de cuando estaba en el cole y fuimos en mancha a la casa del primer pendejo al que le compraron nintendo. Solo que entonces teníamos 10 años y ahora, pues, había tíos que tranquilamente ya se iban por el tercer infarto. Cada que alguien se paraba o se cruzaba por la pantalla, lo pifiaban y le gritaban OEOEOEOEOE, muertos de la risa. Me dije: si están así ahorita, para semifinales van a gritar de todo. Y eso me alegró, porque yo tengo así como un síndrome de tourette contenido y la posibilidad de soltar un: ANNNDALACONCHADETUHERMANAAA, en lugares insólitos, me emociona como a otra gente emociona la navidad. Me acuerdo que hace muchos años, cuando yo era alumno en esta universidad, hubo un concurso en la gymkana que consistía en hacer la tira más larga de ropa. Nuestra carrera ganó porque un pata de la promo se quitó todo lo que traía puesto y se quedó en calzoncillos como Charles Atlas. Cuando ya nos habían declarado ganadores, él dijo "Oe, pásenme un pucho pe' -y cuando le dio la primera pitada, completó su frase- Es que siempre he querido fumar calato en la universidad". Puta mare, en ese momento se convirtió en mi héroe y dije: yo de grande quiero ser como él. Así que ahora me toca y estoy pensando en alguna performance para la final de la copa. No sé si llegaré a calatearme en el club de cátedra, pero algo radical haré. Y lo mejor es que estará permitido por esta huevada del mundial. Si nuestros alumnos nos vieran en estas condiciones tan degradantes sería como cuando Mafalda ve a su viejo escuchando fútbol por la radio con cara de suicida y dice toda triste "a veces me pregunto si realmente estoy en buenas manos". A mí el mundial no me vuelve loco pero tampoco es que me sea indiferente. Lo que me sí se me hace incomprensible es seguir encontrando gente que le va a Brasil. Que poco divertidos, carajo. ¿No se cansan de verlos ganar? Irle a Brasil es como jugar winin-eleven en nivel aprendiz, como jugar a las escondidas y espiar mientras cuentas. No jodas. Cuando vino el primer gol y fue para Croacia, fuimos pocos los que saltamos de nuestras sillas, pero ahí reconocí a los dementes, los mártires, los que apuestan al giro mágico de la historia. Además aquel autogol era la imagen inaugural exacta para un mundial que ha sido organizado a costa del sufrimiento del propio pueblo brasilero. Vean los videos, las noticias, hay hasta un documental al respecto. Brasil no debe ganar este mundial. Ya le toca otro maracanazo. Ahora, tampoco me parece justo joder a la gente que está disfrutando de los partidos porque toda esa mierda revuelta no es inherente al fútbol, como sí lo es por ejemplo en el caso de la tauromaquia. Y si te parece que esto del mundial está distrayendo a la gente de otros problemas, pues pregúntate qué haces en facebook en vez de ir a resolverlos. Pero basta, que yo no quería armar el debate así que no se pongan a hacer chongo con que si el mundial esto o lo otro. Mas bien ayúdenme a armarme de un buen repertorio de carajazos para ir a estrenarlo en el club de cátedra de mi alma máter. He estado buscando en youtube videos de Ricardo Darín y no he encontrado ningún compilatorio de sus memorables puteadas. Por lo pronto lo único que tengo planeado es que la próxima vez que pongan un árbitro tan animal como el de hoy, voy a pararme sobre la silla en medio de todos mis colegas y a gritarle a la tele: CALLACACHERA!

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