martes, 1 de julio de 2014

newton’s love song

En medio de una fiesta, mi amigo Flu descubre un libro de Isaac Asimov en el baño de mi casa. Es uno de sus libros favoritos y el hecho de que yo lo tenga sobre el tanque del inodoro lo deja un poco consternado. Así que vuelve a la sala agitando el libro y diciendo quecómoesposible. En la portada aparece Asimov sonriendo con sus lentes hipster y unas patillas tan achoradas que bien podría pasar por el abuelo de Guepardo. Le explico a Flu que el problema no es que yo tenga "Cien preguntas básicas sobre la ciencia" sobre el tanque del inodoro, sino que él considere que el tanque del inodoro es un lugar poco privilegiado para la literatura. De hecho, le digo, es el único lugar donde nadie te jode. Yo leo una de las cien preguntas cada vez. Voy por la 34. En ella, Mr. Isaac explica de dónde vino el aire que respiramos. Lo explica tan bonito que es casi como estar escuchando “The air that I breath” de The Hollies. What more could I ask? Entonces Flu como que comprende. Pero como además quiere que todos en la fiesta comprendan, abre el libro y se dispone a leernos un fragmento. Es paja cuando la gente coge libros de nuestra biblioteca para leerlos en voz alta en una fiesta. Como esa vez cuando Jon y Lau estaban locazos de chela y encontraron a Eielson y abrieron la cueva de “Si alguna vez confundes Tu corazón con tu sexo y tu sexo Con un saxofón que llora En una calle oscura…” Y después, gritando “…O si derramas amor a manos llenas Sin que nadie lo reciba Y asustado como un niño te despiertas Y ya no hay caricia Ni desayuno tibio Y ni una sola gota de materia Que te recuerde el universo entero…” así, las cinco hojas. Suicidio en masa. Pero bueno, una cosa es leer un poema de Eielson dedicado a Charlie Parker y otra era escuchar la explicación científica del mundo cuando ya tienes alcohol en el cerebro. Sin embargo, como queremos mucho a Flu, le dijimos, a ver lee pe’ ctm. Escogió la pregunta #2: ¿Quién fue en su opinión, el científico más grande que jamás existió? Asimov responde que si la pregunta fuera ¿Quién fue el segundo científico más grande? entonces sería imposible responderla, porque desde Arquímedes hasta Einstein hay por lo menos una docena que se merecen el título (Bohr, Pasteur, Darwin, Galilei…), pero dado que la pregunta es ¿Quién es el más grande?, no hay duda alguna: Isaac Newton. Dice Asimov: “Fundó las matemáticas superiores después de elaborar el cálculo. Fundó la óptica moderna mediante sus experimentos de descomponer la luz blanca en los colores del espectro. Fundó la física moderna al establecer las leyes del movimiento y deducir sus consecuencias. Fundó la astronomía moderna estableciendo la ley de la gravitación universal. Cualquiera de estas cuatro hazañas habría bastado por sí sola para distinguirle como científico de importancia capital. Las cuatro juntas le colocan en primer lugar de modo incuestionable”. Dice además Asimov, que su tocayo Newton no sólo es valioso por sus descubrimientos, sino por la lúcida y hermosa forma en que los presentó en su Principia Mathematica, rompiendo para siempre con la idea de que los griegos eran los chuchanboys de la ciencia y que el hombre moderno tendría que vivir bajo la sombra de esas viejas mentes. El texto termina con esta frase: Tras la muerte de Newton, Alexander Pope lo resumió todo en dos líneas: “La naturaleza y sus leyes permanecían ocultas en la noche. Dijo Dios: ¡Sea Newton! Y todo fue luz.” Cuando Flu termina, sentimos que acabamos de escuchar un poema y nos echamos para atrás en los sillones y decimos ¡aaaaah! Y le damos un sorbo a nuestra chela. Pero entonces, Flu agrega algo que debió callar: ¿Sabían que Newton murió virgen? Otro chico del grupo lo confirma: sí, eso he escuchado. Le digo a Flu que no puede decirme eso después de lo que ha leído. Después de aquel texto yo veo a Newton como a Bowie o a Lou Reed y no puedo aceptar que haya muerto virgen, menos un sábado por la noche mientras bebo y me río con mis amigos y nadie en el jodido mundo parece potencialmente virgen. Le digo: Flu, carajo ¿me estás diciendo que el genio científico más grande del planeta murió sin haber cogido? Sí.   Putamadre     Silencio      Silencio       Silencio     Después de eso la gente sigue chupando pero yo entro en un agujero negro porque quisiera que Newton estuviera ahí en la fiesta con nosotros. Le presentaría a mis amigas, le prepararía un chilcano, le preguntaría: oe Isaac, ¿qué canción quieres que ponga? ¿Está bien Monóculo Fantástico? Me lo imagino paseándose por la sala con su larga cabellera rubia a lo Michael Bolton, su viejo sobretodo negro y un pequeño prisma en las manos. Pienso: tengo que salvarlo, tengo que acercarlo a la hoguera, a la única experiencia física que comprueba y destruye a la vez todas las teorías que él ha deducido. Es mi misión en la vida. Después mi mente hace un zoom hacia el prisma que él sostiene entre las manos, o en realidad es como si yo me hiciera pequeño y fuese abducido por aquella celda de cristal o quién sabe, porque todo esto lo estoy imaginando con varias chelas encima. Pero en todo caso, allí dentro veo los colores refractados y comprendo algo. Comprendo que Newton ya conoce lo que yo intento desesperadamente mostrarle. ¿No es acaso coger lo mismo que desfragmentarte, digamos, si puedes hacerlo con alguien que para ti es una especie de luz? Lo que es otra forma de decir: coger es hacerte pedazos, como en aquel poema que ya no sé si es de Bolaño o de Rosas Ribeyro: “Pensé que mi oreja era tu ojo y mi nariz tu lengua”. Newton ha cogido. Lo que pasa es que se ha cogido el universo entero. Nos ha cogido por los ojos y se ha follado nuestras mentes. Nos dijo: chicos, todos los cuerpos se atraen. Y al decirlo nos convirtió en planetas con meteoritos rozándonos la atmósfera todo el tiempo. Y si me siento a tu lado en el sillón entro a esa órbita inevitable. Cuánto más cerca están los cuerpos, con más fuerza se atraen, dijo el hijodeputa y se fue a inventar el cálculo. Como si se pudiera calcular algo cuando existe la gravedad que crece y crece y te jala desde el ombligo. Como si la luz fuese una cola de canas blancas y no lava multicolor que viaja desde el sol para dibujarte frente a mí. Como si no fuera verdad lo que dijo Eielson: Quizás Lo que llamamos luz Es la sombra de Dios Y lo que llamamos Dios Somos nosotros mismos. Así que me paro y me acerco a Newton que mira el cielo desde mi balcón. Y estamos allí en silencio hasta que al fin le digo: enséñame a cogerme el universo. Y él, tranquilamente, levanta el prisma delante de mis ojos. Y alguien pone una canción. Y yo veo. Y escucho. La última canción. Y adiós.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y Faraday, utilizando un prisma, vió vibrar a la luz debido a los campos electromagnéticos. Por eso no sé cómo explicarle a la gente que es normal que le piquen los pies por bailar un bolero cuando están enamorados. Les voy a decir que vengan a leer tus cuentos.
"Newton ha cogido. Lo que pasa es que se ha cogido el universo entero. Nos ha cogido por los ojos y se ha follado nuestras mentes". Newton me ha ultrajado. xD

Pierre dijo...

xDDDDDDDDDDDDDDDDDDD