martes, 30 de septiembre de 2008
Día -1
lunes, 29 de septiembre de 2008
Día -2
Después de poner el colchón sobre la cama lo ha ido a recoger. El impacto había sonado fuerte pero cuando lo puso de nuevo sobre el monitor vimos que sólo había salido volando la visera de su gorro. Igual me mi tía no paraba de decirr Pobrecitooo! OHHH Pobreee! - No llores - le dije - ya ves que ningún órgano vital ha resultado comprometido. Luego he ido por el super glue y le he vuelto a poner el gorro. Ha sido muy fácil y rápido, pero todo el super glue me ha caído sobre los dedos y he pasado el resto de la noche quitándomelo con agua tibia, perfume, cortauñas, una máquina de afeitar, limas y crema humectante.
Hoy por la mañana al entrar al cuarto de mi tía, ya no he visto al niño sobre el monitor sino en la parte baja del escritorio. Supongo que mi tía lo ha puesto ahí de castigo. Él por lo menos, tiene cara de no querer volver a intentarlo.
Día -3
LUego el vino hizo su trabajo e hice que me devolvieran a la lista. Pero no fue sólo el vino. También recordé aquel texto en que Iván habla de Valdelomar y de cómo este tipo ponía el propio cuerpo para salvar a su obra. Ya saben, dicen que fue él quien en medio de una gran juerga dijo: "El Perú es Lima, Lima es el Jirón de la Unión, el Jirón de la Unión es el Palais Concert y el Palais Concert soy yo". Digamos que quien dice eso no puede ser más que un completo cretino. Pero si uno lee a Valdelomar se da cuenta de que no es nada pretencioso en su obra. Talvez era un cretino en su vida real para no tener que serlo en sus cuentos. Eso es por lo menos lo que dice Iván y a mi me pareció muy paja. Entonces pensé: Ok, que mierda con el ridículo, leeré lo que he escrito. Me joderé yo para salvar mi poesía.
Después que Kara terminó de leer Exposición 2, me pasó el micrófono y leí dos poemas sobre el alcohol. Uno se llama "es tan divertido ser un alcoholico" y el otro se llamaba "alguien que estaba muy borracho". Cuando terminé de leer, fui hasta mi sitio y un tipo me agarró por el cuello y me dijo: "Si tuviera un hacha, te mataría". Era Ed Hibert, o más bien Carlitos, el tipo que dibuja a Ed Hibert, una de mis tiras cómicas favoritas. Como agradecimiento a su osadía le regalé el papel con el poema que acababa de leer.
Al final, con toda la gente nos fuimos a beber vino en caja en el acantilado de Barranco. Los policías nos botaban de cada esquina de malecón que tomábamos así que íbamos movilizándonos como nómades alcohólicos. Terminamos en un sanguchería de Nicolás de Piérola comiendo sanguches de pavo y de pollo.
Acabo de llegar a casa y me he acordado como hace una hora estaba echado en el grass del malecón mirando el cielo desestrellado de Lima y bebiendo vino. Recuerdo que dije: "...aunque no tenga estrellas", que era una parte de mi poema. Yo no sé si fue porque reconocieron el poema pero Sandra y Kara sonrieron.
Talvez sea el vino y el aire del malecón
Talvez sea la hierba de mala calidad
Pero creo que estoy enamorado de mi vida.
bueno, esto fue lo que leí:
es tan divertido ser un alcohólico
es tan divertido ser un alcohólico y llevar vidrios rotos en el esófago
y es más divertido aun ser un alcohólico
y caminar por Pardo como si fuese Quilca
y sentir que Lima es una ciudad maravillosa
aunque no tenga estrellas
aunque no me dejen entrar al baño de mc donalds
aunque she’s got a ticket to ride
es tan divertido ser un alcohólico y caerse
como se caen las aves de Máncora dentro de una ola
y nacen dos segundos después con un pez en el pico
cuando uno ya las creía muertas
es tan divertido ser un alcohólico
y que la palabra mapa esté presa en una manicomio
junto con los cuadrados, las horas
y la muerte - en su celda de agua
es tan divertido hablarle a tu gato,
o besar a tu madre
dormirse en un parque
robarse una estatua
es tan divertido entender
alguien que estaba muy borracho
Cuando tenía catorce
sabía tocar el piano
nunca me sentaba adelante
pero tampoco demasiado atrás
jugábamos al fútbol, estudiábamos
y un día
alguien que estaba muy borracho
dijo que yo lo conseguiría
me dijo – muchacho
todos andamos en busca de algo
pero la mitad de esta gente preferirá
pasar la vida comiendo cemento
antes que los vean echar un ojo al cielo
Y yo le creí
Salí de aquel lugar por la ventana
hacia la noche de Lima en 1998
convencido de ser una lluvia de fuego
presta a caer sobre la ciudad
Diez años después
estoy en las gradas de una iglesia
con una guitarra que he olvidado como tocar
llevo un tigre muerto por corazón
y la gente que me besa en la boca
sale huyendo como si hubiesen besado a un pájaro
diez años después
mi hermana entra al cuarto y me dice que la acompañe a almorzar
pero no hablamos, ni reímos
comemos como si lo que hubiese en nuestros platos
fuese una cascada invisible de silencio
que sube hasta nuestras bocas
y enfría nuestras manos
Diez años después
tengo cien discos más en el estante
pero ninguna canción favorita
y tengo cien libros más
pero ya no los releo compulsivamente
en las gradas de los supermercados
ni la gente se detiene a mirarme
como si sobre mi cabeza tuviera lugar
un incendio majestuoso
No recuerdo mucho de todo aquel camino
recuerdo algunas cosas
como que a los veinte ella me dejó
recuerdo haber huído tan lejos que llegué hasta una ciudad
de la costa del Atlántico donde el sol
era una esfera verde y rosada
que se alzaba sobre el mar a las seis de la mañana
mientras nosotros los borrachos volvíamos a casa
Conocí a un chico que dormía en la calle
y a una anciana que había perdido el juicio
conocí a un hombre que venció a la muerte
y bailé con una tipa que a mitad de la canción
resultó ser un tipo con muy buenos implantes
trepé algunos cerros
dormí en varios hoteles
perdí tres pares de lentes amarillos
y creí ver a Dios en más de alguna estación de metro
Después volví a Lima y me convertí en un tipo decente
trabajé ocho horas
ocho días
ocho años
hasta que finalmente un día
aquel fuego ya no estaba conmigo
y si salía y estaba lloviendo
ya no crecía en mi garganta
aquella bola de sangre caliente
que me obligaba a escribir como un poseso
Caminaba defrente
y sin mirar a nadie
pisaba plantas, cines y catedrales
una chica vino a verme desde muy lejos
cogió un plumón y escribió Te adoro en la pared de enfrente
porque sabía que me gustaba aquel poema de Eielson
Diez minutos después yo estaba
rompiéndole el corazón en un parque cercano
ella huyó y yo sin querer
fui acostumbrándome a todo aquello
como si una lámina plástica de indiferencia
fuese vertiéndose sobre mi alma
ya nada me importaba
y aviones gigantes podían pasar entre mi pecho
sin siquiera rozar las paredes
y así es como he vivido durante todo este tiempo
y talvez, pienso yo
no sería tan duro
si de vez en cuando alguna noche como esta
echado en mi cuarto
no viniera todo de golpe a mi
y al sentir un brinco entre los pulmones
como un animal herido
tuviera que salir corriendo de casa
con lágrimas en los ojos
a rasparme los nudillos contra las paredes de ladrillo
recordándola a ella
gritando por las calles
reclamando mi corazón entre los autos
recordándome de veinte años y con el cabello largo
viendo nuevamente la carretera infinita de América del Sur
desde un ómnibus con los vidrios empañados
pensando en todas aquellas horas dentro de una oficina
y en las noches sin sentido en bares de buena y mala muerte
recordando a mi padre y a mi madre
a todos mis amigos
pero recordando sobre todo
a ese alguien muy borracho
y tratando de comprender
qué mierda había querido decirme
aquella noche de 1998 cuando se me acercó
y me dejó para siempre con la sensación
impresa como un estigma
de que yo era
un maldito ave fénix
una ciudad de piedra emergiendo de la tierra
la canción que haría famosa a cualquier banda de rock
.
domingo, 28 de septiembre de 2008
Día -4
La película que vimos también tenían un guión asqueroso pero al menos la pasaban en 3D y te daban esos aparatos con un lente azul y uno rojo. Vimos a un escarabajo gigante apuntarnos con sus antenas. La sala estaba llena de niños con sus mamás. Estaban los niños, las mamás y nosotros dos.
Al salir del cine fuimos por unas cervezas y al mediodía se nos unió Pepe y bajamos a La Herradura por un ceviche. Cuando la cerveza hizo su efecto tratamos de convencer a Pepe de que casarse era la peor idea que había tenído en muchos años.
Luego Pepe se fue y estuve todo el día con Karen. Por la noche cuando ella también se fue, me puse a ver la película que me había dejado: Factotum. Es una película en la que MAtt DIllon interpreta a Henry Chinasky, el alterego del escritor Charles Bukowski. En la película básicamente no pasa nada que no le pase a un tipo que intenta hacerle frente al trabajo, la cerveza, los caballos y las mujeres locas. Puede resultar hasta aburrida si estás acostumbrado a los grandes dramas pero a mi me gustó bastante.
A veces cuando intento explicarle a la gente porqué he dejado mi trabajo para escribir, siento que soy una de esas películas que nadie entiende. Es como cuando L vino y me dijo: Quiero dejar mi trabajo y dedicarme a críar hongos para hacer yogurt casero. O cuando Pepe me dijo que iba a casarse. Supongo que yo tendría que convivir con esos malditos hongos del yogurt o con la novia de Pepe unos meses para saber de qué rayos me están hablando.
Fácil lo que sucede es que las cosas que a uno le gustan de verdad son como aquellos chistes privados que tienes con alguien y que nadie más entiende. Como en aquel cuento de Salinger en que una chica recuerda una vez en que se torció el tobillo y que su chico le acariciaba el tobillo y le decía "pobre Tio Wiggily". El chico del cuento muere, me parece que en la guerra, pero años después está allí esa tipa borracha recordando que él había llamado a su tobillo "Tio Wiggily" mientras lo acariciaba y eso le hacía una gracia y ternura tremenda.
Talvez por el hecho de que yo siempre ando sobredimensionando las cosas, parece que todo este asunto de dejar el trabajo para escribir se ve como una gran hazaña, pero para serles sinceros, probablemente nunca he hecho nada tan fácil. La literatura, es mi chiste privado.
Cuando estaba renunciando frente a la gerenta general yo veía su oficina y no tenía ningún libro en sus estantes. Ni siquiera la antología de Mujeres Alteradas de Maitena que le regalé una vez en un intercambio navideño. Me preguntó que a qué agencia me iba. Le dije que a ningún lado, que me iba a escribir. No parecía entender que yo estuviera dejando un prometedor futuro en la publicidad para ponerme a escribir. ¿Cómo podía entenderlo si no tenía ningún libro en sus estantes?. No pretendí que lo entendiera. Me paré y salí de aquel lugar. Yo lo entendía. Entendía a Salinger. Entendía a Chinaski. Entendía a todos mis amigos escritores y las largas noches frente al teclado. Etendía las películas en las que nunca pasa nada, entendía Factotum. Entendía el extraño chiste de la hoja en blanco y el tiempo libre para llenarla. Entendía el poema al finald e la película. Claro que lo entendía. Yo por lo menos lo entendía. Y eso era más que suficiente.
Pobre Tio Wiggily.
el poema al final de factotum:
(charles bukowski)
si vas a intentarlo, ve hasta el
final.
de otro modo, no empieces siquiera.
si vas a intentarlo, ve hasta el
final.
tal vez suponga perder novias,
esposas, parientes, empleos y
quizá la cabeza.
ve hasta el final.
tal vez suponga no comer durante 3 ó
4 días.
tal vez suponga helarte en el
banco de un parque.
tal vez suponga la cárcel,
tal vez suponga mofas,
desdén,
aislamiento.
el aislamiento es la ventaja,
todo lo demás es un modo de poner a prueba tu
resistencia, tus
auténticas ganas de
hacerlo.
y lo harás
a pesar del rechazo y las
ínfimas probabilidades
y será mejor que
cualquier otra cosa
que pudieras imaginar.
si vas a intentarlo,
ve hasta el final.
no hay sensación
parecida.
estarás a solas con los
dioses
y las noches arderán en
llamas.
hazlo, hazlo, hazlo,
hazlo.
hasta el final.
hasta el final.
llevarás las riendas de la vida hasta
la risa perfecta, es
la única lucha digna
que hay.
sábado, 27 de septiembre de 2008
Día -5
Al final dela jornada, he contado 28 tortugas. Hay unas que están bajando la escalera, algunas dando vueltas sobre los lockers y otras escondidas atrás de las mac. Hay de las verdes y de las marrones. A razónde 4 minutos por calada de tortuga debo haber pasado alrededor de un par de horas recortando a esos bichos y ya no he ido a celebrar nada.
Parado en la puerta de la oficina mirando todas mis tortugas he recordado el final del cuento de Sebastián:
"Y a veces, cuando estoy así, solo, pasándoles la carlina húmeda, en silencio, pensativo, cuidando y admirando mis banderitas, mi mente se relaja y no puedo evitar reflexionar ¿No seré medio boludo yo?
jueves, 25 de septiembre de 2008
Día -6
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Día -7
Apesar de que mi tía y mi hermana ya estaban dormidas, igual cerré la puerta de mi cuarto y salí a mi ventana. Hacía una noche bonita y me fumé el wiro tranquilamente mientras miraba al guachimán dormido en su caseta. Algunas de las cenizas que soltaba caían largo rato encendidas y se apagaban recién a la altura del segundo piso. Era algo digno de verse. Al rato, como no tengo mucha experiencia roleando wiros, la huevada se hizo una desgracia y cayó desarmada al patio del edificio. Entonces me fui a mi cama y apagué la luz. Igual, ya había sido suficiente. Me tapé con mis colchas de tigre. Al principio me sentí bastante adormecido y feliz. El dolor seguía allí, pero era como un sonido lejano. El rebote constante del mar contra las rocas.
Y bueno, a todo esto, ya estaba a punto de quedarme dormido cuando de pronto he recordado lo de las combustiones humanas espontáneas. No sé que me ha dado por allí. Ya saben, no existe un video ni pruebas rotundas de aquello, pero hay gente que afirma haber visto a sus hijos o vecinos ser consumidos por una llama de fuego que salió repentinamente de su propio cuerpo. Se supone que la cosa sucede en segundos. De pronto estás allí y de pronto eres sólo un par de piernas y un poco de cenizas sobre el sillón. Hasta da risa supongo. Parece un chiste. Pero es que es así.
A veces cuando uno fuma hierba todo parece un chiste. A veces también cuando la hierba no es de buena calidad todo te pone paranoico. Aunque sean cosas tan inéditas como la combustión espontánea. Ayer después de la marihuana, el dolor de cuello había desaparecido. Pero allí seguía yo, a las dos de la mañana, echado sobre mi cama con los ojos bien abiertos y rogándole a la Virgen que me tuviera paciencia y que mi cuerpo no ardiera en llamas antes de el amanecer.

martes, 23 de septiembre de 2008
Día -8
Mi tía también me ha enseñado a escoger limones. No crean que no sé que el asunto tiene su arte. Hay que apretarlos un poquito para sentir su rugosidad y consistencia. Y no sólo eso, claro. El color también juega su papel. Los verdes oscuros por ejemplo, son duros y no tienen mucho jugo. Los que están muy amarillos y tienen la cáscara delgadita son riesgosos. Es cierto que son los más jugosos, pero si se te confías te puede tocar alguno agrio y eso es suficiente para echar a perder el ceviche o la limonada. Los limones son como los humanos y se comportan como bestias cuando andan en manada. Si uno está podrido, lo más probable es que sea ese el que contagie al resto y no el resto el que lo reforme a él. De preferencia hay que buscar los verdes claritos que se ponen amarillos sólo cuando los aprietas. Esos son los que garantizan una buena mueca retrolingual.
Yo creo ser un buen escogedor de limones. La verdad es que soy el terror de las viejecillas que esperan detrás de mi para llenar su bolsita. Pero creo que con lo de los lapiceros me supero con roche. Puedo pasar como las huevas, de veinte a treinta minutos frente a la góndola de útiles. Antes podía escribir con un pedazo de carbón y no me importaba. Supongo que es porque casi nunca escribo a mano salvo para apuntar cojudeces. Pero como últimamente me pongo a dibujar a la chica del post-it y otra sarta de bichos para no prestar atención al cliente, como que le he tomado importancia al asunto. Además Karen me trajo de EEUU un lapicero de Napoleón Dinamita y eso cambió mi vida. Conocimiento es infelicidad. Una vez que tuve aquel lapicero con los dibujitos de Napoleón (por ejemplo aquel bicho que es mitad león y mitad tigre), ya me siento tela dibujando con cualquiera de esos lapiceros de merchandising que caen por la agencia.
Ahora siempre llevo en la mochila cuando menos dos lapiceros y un lápiz. El último que compré era un Power Ball Stabilo. Una maravilla. Era el Nureyev de los lapiceros. Pa acá y pa allá iba con el jodido Power Ball hasta que alguien me lo pericoteó. Entonces descubrí el Color Gel 208 Stabilo que es el que tengo ahora. La tinta no es tan líquida sino más bien gelatinosa. La bolita del lapicero gira con tan poca fricción que más que escribiendo uno siente que está poniéndole aceite encima a una chica calata.
De sólo pensar que este vicio mío por los lapiceros acaba de comenzar, y que aún me faltan explorar el mundo de las plumas, las estilográficas, las portaminas y las nuevas pastruladas con las que me salga Faber Castell o Stabilo, me da una cosa que se me eriza todo el pellejo de la emoción y pongo cara de haber chupado limones mal escogidos.
PD. Este post está dedicado a mi amigo Nelson que hoy cumple años y que además es un excelente escogedor de limones y preparador de ceviches y chilcanos. Cuélgate un limón al cogote pes desgraciao así como les ponen a los perros con moquillo para que te cures de la gripe y poder celebrar pronto =D
lunes, 22 de septiembre de 2008
domingo, 21 de septiembre de 2008
Día -10
sábado, 20 de septiembre de 2008
Día -12
Además, estoy pensando en que como tributo a su legado, y aprovechando mi futuro desempleo voy a convertirme a mi mismo en The big Lebowski. Sólo hará falta un poco más de barriga, una barba de cuatro días, una bola de boliche y una extraña adicción al ruso blanco. Necesitaré además un voluntario que quiera venir a mearse en mi alfombra.
Y una alfombra.

viernes, 19 de septiembre de 2008
jueves, 18 de septiembre de 2008
Día -13
Para arriba, digamos, el equivalente a la capa que batman o superman usan para salvar el mundo, yo tengo una camisa de franela roja a cuadros recientemente envejecida. Es una camisa K.STEVENS bastante decente, pero a estas alturas ya luce como una de esas ropas que usan los abuelos en las películas gringas cuando salen a regar su jardín. Actualmente sólo puedo usarla los domingos, o en las mañanas cuando salgo de bañarme. Pero a partir de octubre, pasará a ser mi segundo pellejo. Para las piernas, dejaremos los jeans en el closet y abriremos la temporada de los buzos. El que más me gusta es uno negro que luce como si lo hubiese usado el increíble Hulk. La ropa interior será opcional.
A todo esto, mientras yo ando planeando cojudeces para mi futuro desempleo, mi papá anda un poco preocupado por mi vida. Ha sido uno de los más felices en apoyar mi decisión y realmente cree en mi, pero creo que se muere de miedo de que un día yo mismo me tope con que no soy lo suficientemente bueno para ser un escritor de verdad y eso acabe por destruirme.
Es una duda bastante razonable. Yo mismo la tengo esporádicamente. Digamos unas tres o cuatro veces por día y usualmente cuando releo mis cuentos o anteayer por ejemplo cuando terminé de leer El coronel no tiene quien le escriba y grité OH DIABLOSS!! MIERDAAAA!!! DIABLOSSSSSSSSSS!! xD
La verdad es que ya a estas alturas me vale un carajo si llego a ser lo que la gente suele conocer como un gran escritor. No es que no lo vaya a intentar. Pero la verdad es que por ahora sólo consigo pensar en una imagen de mi mismo dentro de dos semanas con aquella ropa vieja, despertándome sólo para ponerme a escribir y eso me parece suficientemente bueno.
Quién mierda sabe si algún día la gente llevará mis libros en el bolsillo trasero de su jean o no
Todos lo estamos haciendo lo mejor que podemos
Algunos llegan a ser colosales Kusturicas
otros sólo pequeños e incandescentes Ed Woods
Finalmente, fuera de lo genial que sea el primero y lo salvajemente bestia que sea el segundo.
¿No fueron ambos igual de felices haciendo lo que hacían y creyendo en quienes eran?
Que venga pues la la ropa vieja, los días en casa escribiendo
y las dietas de pan con queso y sopas de sobre
estamos listos para empezar
miércoles, 17 de septiembre de 2008
martes, 16 de septiembre de 2008
Día -15
Vaya, que de paso me acordé que en la época de la universidad se juntaron un grupo de estas salvajes a hablar del tema. Mientras esperábamos al profe consiguieron ponerse de acuerdo sobre lo que denominaron EL CHICO IDEAL. Al pobre sujeto ya le habían escogido hasta el trabajo (arquitecto) y el corte de cabello (en rizos y muy cortito). Además tenía forzosamente que conducir una chevy color verde oscuro y llevar un pequeño labrador beige en la tolva. Lo tenían todo planeado. Si hasta daba ganas de conocerle al cabrón.
Yo no creo en las tipas ideales y por eso es que las cambio a cada rato. A lo que me refiero es a que si bien recuerdo, ninguna de mis enamoradas fue mi tipa ideal hasta que estuve con ellas y se convirtieron en mi tipa ideal. De modo que, pienso yo, si todo esto de las tipas y los tipos ideales no es más que un sueño loco mientras esperamos al amor de verdad... no convendría dejar un poco la censura e ir poligamizando la imaginación?
En lo que a mi concierne, a las seis de la mañana me quedo con una fantasía de piernas calientitas, en la cola del cine con una que no escoja scary movie 8, en la combi con una que sepa contar chistes, en la cama con una que quiera bailar y en las fiestas con una que quiera dormir. Y ahorita mismo, cerca de la medianoche, mientras la gripe ataca mi cuerpo decadente y yo voy terminando este post para irme a dormir, no puedo soñar con otra que no sea una princesa con ojos de desenfriolito, las venas llenas de mucovit, los cabellos como una gran chalina tejida en casa, la piel suave como sábanas viejas y los besos tibios... como caldo de pollo.
domingo, 14 de septiembre de 2008
Día -17 (por la tarde)
Un día mientras ella le está cortando el pelo, Antoine ve uno de sus pechos de vainilla descubierto. Esa tarde durante el almuerzo su padre le pregunta qué es lo que va a ser de grande. Antoine naturalmente responde: Voy a casarme con una peluquera.
Mientras veía la película me acordé que yo de niño también tenía una de esas raras obsesiones con una profesora igual de gordita y sexi a la señorita Shaeffer. Claro que el deseo no se manifestaba nítidamente y yo no tenía la menor idea de qué me sucedía, pero sí me daban ganas de abrazarla y me preguntaba porqué carajo me sentía bien cuando ella me pegaba suavemente en la mano con su regla de madera.
También me acordé que cuando tenía como diez años estaba jugando carnavales con mi vecina. Al principio sólo nos dábamos de globazos, pero luego la cosa ya degeneró y nos empezamos a reventar huevos en la cabeza. Cuando terminamos de jugar, ella me dijo que me iba a lavar el cabello y que luego yo podía lavarle el suyo. Trajimos el shampoo del baño y fuimos hasta el lavatorio de la cocina. Ella quiso empezar lavando el mío. Yo sólo asentí y metí la cabeza bajo el caño. Luego cayó el agua y entraron sus manos.
En mi vida hormonal hay un antes y un después de ese momento.

Día -17
sábado, 13 de septiembre de 2008
Día -19
El otro íbamos con K corriendo atrás de un bus y me di cuenta que ella corría bonito. La gente grande ya no corre bonito. No es nuestra culpa claro. Lo que pasa es que como ya casi nunca lo hacemos, nos hemos olvidado del swing y cuando intentamos un movimiento coordinado, algo a la altura de nuestra edad, lucimos como cyborgs, pájaros cojos, o hombres de neardenthal. De todas formas pensé que si ella podía conservar su forma natural de correr como un niño, yo también podía ser más auténtico a la hora de escribir.
Hay días en que se me ocurren cosas bien cochinas o estúpidas para poner en mi blog y ya no las pongo porque es como que también ya me di cuenta que hay una cámara delante. Pero supongo que es algo que aún se puede remediar. Así que si de pronto empiezan a sentir que esto se va poniendo obsceno, cursi, lisuriento, novelesco, pornográfico o simplemente trivial, es porque así soy yo cuando me dejan solo en casa.
Ya lo dijo Calamaro en la portada de su disco doble.
La honestidad, no es una virtud, es una obligación.
jueves, 11 de septiembre de 2008
Día -20
es cierto lo que me dice la gente
respecto a que he perdido un poco los estribos
al dejarlo todo y tentar a la miseria
tal vez podría haber aguantado un poco más
pero luego pienso
y que tal si de verdad la vida fuera tan corta como dicen?
no sería mejor que nos encontrara donde queremos estar?
que tal si por ejemplo
lo del LHC resultara mal y un gran agujero negro
se tragara al planeta esta primavera?
que tal si nos sucediera lo de esta tira de liniers?

?
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Día -21
Acababa de llegar de fotos y estaba hecho un Adán en mi cama leyendo Cartero cuando mi celular ha empezado a sonar como un salvaje. No lo veía por ningún lugar pero por la manera en que vibraba no podía tratarse de nada bueno. Lo busqué en los bolsillos de mi ropa que andaba toda regada por el piso. También busqué entre las sábanas y bajo la cama. No aparecía el muy rastrero. Entonces colgaron. Al rato volvió a sonar. Salí envuelto en un trapo a buscarlo a la sala y en la cocina pero seguía sin ubicarlo. Finalmente lo encontré en la repisa del baño justo antes de que se lanzara al water propulsado por su propia vibración. Habían vuelto a colgar. Cuando volví a la cama sonó por tercera vez y entonces dejé Cartero a un lado y contesté. Eran mis clientes: un grupo de chicas entre los veinte y los cincuenta años, a ratos encantadoras y a ratos verdaderos bichos del período jurásico. Nunca antes me habían llamado a mi teléfono personal ni tenía idea que tuviesen el número pero de pronto las tenía allí a todas metidas conmigo en la cama, con Bukowski y todos en bolas. Era de lo más extraño.
- Acabamos de enterarnos que has renunciado - dijeron. Estaban en completo estado de shock. Les temblaba la voz. Confieso que al comienzo ha sido gratificante verlas del lado en que suelen ponerme ellas todo el tiempo. Primero me ha hablado la supervisora de publicidad. - Me ha preguntado si pueden hacer algo para evitar que me vaya. Me ha desarmado. No sé cómo manejar a una mujer apenada por más salvaje que haya sido conmigo antes. Pero me he puesto firme. - No creo que puedan hacer nada - le he dicho - es una decisión personal. Vaya si me temblaba la voz!. Entonces le ha pasado el teléfono a la gerenta de marketing. Eso ha sido demasiado para mi. Al principio hemos tenido un diálogo parecido, muy cariñoso y triste. Ella es una de las pocas tipas que cuando se acerca a mi sitio y ve un libro me pregunta qué estoy leyendo. Me dijo que yo era una de las pocas razones por las que la cuenta estaba en la agencia. Vaya golpe! No me morí de milagro. Y estos hijos de puta pagándome como a un sepulturero! pensé.
Francamente no he sabido por donde cogerla. Era una verdadera Pai Mei de las negociaciones. Le he dicho que me voy por razones personales pero luego eso me ha sonado a una cretinada y no sé qué me ha dado con la sinceridad y he tenido que contarle que quiero ser un jodido escritor. Ahora creo que no debí decírselo. La cosa es que me parece que no escuchó bien o estaba demasiado concentrada en retenerme pero ha pasado algo muy horrible. Me lo ha dicho a bocajarro y así de pronto. De verás que no lo veía venir. ¿Cuánto quieres ganar? - dijo. Juro que he estado a punto de salir corriendo calato a la avenida. No he sabido qué contestarle. Te ofrezco que vengas a trabajar para nosotras. Dime cuánto quieres ganar. Cuando reaccioné de mi estado de conmoción y volvió a preguntármelo yo recordé la mansión de La Planicie en la que estuve hoy supervisando sus fotos de terrazas. Parecía la casa de Frida Kahlo. Un lugar para pasar el resto de la vida. Entonces he recordado también su oficina justo en el medio de una selva de cemento. Cincuenta pisos sobre mi cabeza todos los días. Talvez podría comprar aquella linda casa algún día, pero tendría que lidiar ocho horas diarias con cincuenta pisos sobre mi cabeza. También he recordado a Bukowski haciéndolas de cartero en aquella sórdida oficina de correos. Las ampollas en los pies, la lluvia, los perros, la gente loca. A él le tomó 39 años largarse de allí. A mi no tiene por qué tomarme tanto. Me voy - les dije - es inevitable.
Al terminar, parece que como que las he convencido de que no es su culpa que me vaya y han sido muy amables conmigo. Me han dicho que a pesar que les da mucha pena, van a respetar mi decisión. Finalmente han preguntado si pueden hacer algo más por mi. - Pueden dinamitar la agencia - les dije -. Nos hemos reído de buena gana hasta quedar en silencio. - Dalo por hecho - ha sido lo último que les he escuchado decir antes de colgar.
martes, 9 de septiembre de 2008
lunes, 8 de septiembre de 2008
Día -23 (por la noche)
A ratos pienso que estoy enloqueciendo de alegría y mi corazón va a tener un gran big bang antes de llegar al día cero. Es como haber estado pastoreando unos becerritos que de pronto se han convertido en gacelas y se han disparado para todos lados. Trato de no pensar en muchas cosas. Contar un día a la vez o imaginar situaciones específicas. Aquel planetario en la punta de Chorrillos, por ejemplo. Nunca he estado allí ni tengo la menor idea de lo que hay dentro. Pero imaginar su gran cúpula me está ayudando a no perder la cabeza. Ojalá aún esté funcionando y que al sentarnos, aún podamos ver algunos planetas y constelaciones. Talvez hasta una bandada de esos globos con helio liberados.
Si ya no funciona, no me lo digan.
Día -23
domingo, 7 de septiembre de 2008
sábado, 6 de septiembre de 2008
Día -25
viernes, 5 de septiembre de 2008
Día -26 (en la noche)
Día -26
De todas formas, hoy fui a Crisol a comprar un último libro que me había prometido. Hace ya unos meses entré a Ibero y lo vi. Es una novela que trata de un tipo que trabaja en una horrible oficina de correos hasta que cumple 49 años y lo manda todo al carajo para dedicarse a escribir. Como quise ser consecuente con la obra, me prometí que sólo podría comprármela, el día que yo mismo renunciara. El libro es "Cartero", de Charles Bukowski.
También me compré Las Vírgenes Suicidas de Jeffrey Eugenides, pero eso ya ha sido por razones mucho menos coherentes. Lo leí en la época de la universidad cuando Karen me lo prestó y quedé completamente transtornado. Al verlo allí en el estante he tenido que tomarlo. Simplemente no he podido evitarlo.
.
jueves, 4 de septiembre de 2008
Día -27
La cosas es que hoy empiezo un diariooo a modo de cuenta regresiva aquí en mi blog Y lo hago, porque creo que en el futuro me gustaría contar con un registro escrito de cómo fue pasar de ser un miembro honorario de la PEA.... a un indigente que vive del pan con queso, los amigos y la literatura, en tan sólo 27 días. No deje de adquirir ahora mismo esta apasionante obra!
Para comenzar, hoy salí con Karen, el Gonza y Ulisesss a tomar un vino a uno de esos lugares que Karen sabe encontrar en los que el vino cuesta diez millones de dólares. Acordamos que dada mi condición, esta sería una de las últimas veces y que de aquí en adelante, gato negro de caja y viñas riojanas corazón. En nombre del acontecimiento pedimos un vino argentino llamado Punto Final y cuando yo cogí el corcho para quedármelo como recuerdo, vi que tenía la palabra Renacer, impresa sobre él así que yo gritaba que cómo era posible tanta coincidencia. Además en otra de las mesas del restaurant estaba sentada mi amor platónico de la primaria. Planeamos que yo me acercara hasta ella y me pusiera a hacer como el grifo del narrador de cuentos gritando RASSSSCAA RASSSCAAA, Soy un aaave incomprenndidaa xD, pero al final nada.
Al rato nos trajeron una plato lleno de champignones dorados y como no nos trajeron cubiertos, los comimosss con las manos alucinando que familias enteras de pitufos recorrían las calles de miraflores llorando y preguntándose dónde carajo pasarían la noche.
Al llegar a casa y encontrarme con la luna llena en mi pantalla, me he puesto a hablarle y he sufrido una especie de combustión espontánea o uno de esos raros síntomas del amor platónico. Luego Héctor ha llamado completamente borracho y me ha pedido que escuche una canción. Pone su teléfono contra la radio y yo oigo a Roberta Flack cantanto Killing me softly. Luego H me pregunta: QUIEN RAYOS CANTA ESA CANCION?!?!? y Yo le digo: Roberta Flack!!! y H gritaa: Pierrrr, llevo dosss años tratando de saberrr quién cannntaba esa canciónnnn!!! Luego me ha agradecido como si acabara de regalarle un millón de dólares y ha colgado el teléfono.
Hoy Claudia me mandó desde Noruega una foto que le había tomado a un caracol. El caracol aparecía en primer plano con las antenas paradas y atrás se veían unos árboles enormes y el cielo azulísimo del círculo polar ártico. Es una de las cosas más bonitas que he visto en mucho tiempo
Me siento como el Apolo 11 saliendo de la atmósfera terrestre.
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andddd i'mmmm freeeeeeeeeeeee
"Me encuentro tan excitado, que casi no puedo ni sentarme o sostener un pensamiento en mi cabeza. Pienso que es la clase de excitación que sólo un hombre libre puede sentir."
e iba a ponerr el videoo de Red diciendo todo aquello xD pero me he dado cuenta que es justo el final de la película y no quiero estropeársela a nadie, de modo que pongo este que también me gusta mucho y que representa la euforia del momento, claro que sin el carro, el polo ceñido y los músculos xD
martes, 2 de septiembre de 2008
incertidumbre
lunes, 1 de septiembre de 2008
Querido diario...
Renzo por ejemplo, me pasó un video de La Honorable Sociedad que es uno de estos grupos de la era de oro del rock en español. El vocalista llevaba un polo Lacoste color amarillo y cantaba una canción que decía: Me persiguió un enano igual a woody allen. El tipo bien podría haber sido mi padre, pero con seguridad estaba mucho más perturbado.
También me pasaron un video de una banda que hacía un baile sincrónico sobre unas máquinas de steps, unas animaciones de un chico llamado enjuto mojamuto que se pasa todo el día conectado al internet bajando películas porno y un documental de discovery sobre gente que aseguraba haber tenido sexo con extraterrestres.
El video que más me gustó era uno de Travis en el que una chica está conversando con un huevo gigante y medio introvertido. La chica y el huevo están sentados como en un muro y se ve el atardecer y unos edificios justo a sus espaldas. Ella le dice al huevo para ir a un concierto. Al parecer el huevo no quiere ir, pero ella le promete que nadie se va a reír de él ni se lo van a comer. Le dice: nadie come huevos más de dos veces por semana. Esa parte es muy chistosa. Luego, antes de irse, la chica le da un papelito con su teléfono y el huevo se queda allí sobre el muro pensando en qué hacer.
Querido diario, últimamente yo también me siento así como aquel huevo, es un poco como tener el corazón hecho una yema amarilla y gelatinosa que no se agarra de ningún lugar. Luego me despierto a mitad de la madrugada y dibujo, o camino a oscuras hasta la cocina y me quedó parado frente a la luz de la refrigeradora como un pinguino nostálgico.
Me he dado cuenta además, que esto de ser un huevo gigante o un gran huevón (que para mi caso específico viene siendo lo mismo), es muy divertido y tiene una gran gama de beneficios como la de ponerse alegre por casi cualquier huevada. Lo único que me preocupa, es lo que vi que le sucedía al huevo al final del video mientras la chica lo esperaba preocupada en el concierto.
A ratos preferiría ser una de esas personas que tiene sexo con extraterrestres, un tipo que usa polos lacoste, o ser enjuto mojamuto y quedarme en casa todo el día bajando porno. Pero la verdad es que yo he nacido para el papel del huevo. Lo he practicado toda mi vida y pocos me quedan tan bien. Y estoy calculando querido diario, mientras avanzo por la ciudad con mi cuerpo de huevo, tomo la combi con mi cuerpo de huevo, bailo con mi cuerpo de huevo y siento mi corazón amarillo hervir dentro de mi cuerpo de huevo, que esto no va a resultar nada bien y que las cáscaras rotas, la yema derramada y el colapso general del universo, será inevitable.