miércoles, 2 de octubre de 2013
gajes del oficio
Cuando termino un dibujito en la animación, tengo que agruparlo y ponerle nombre para poder darle movimiento. A veces los nombres van de acuerdo a la imagen: lápiz, perrito, señor caminando, pelota rebotando, sánguche mordido. Pero a veces, la mañana me agarra medio eufórico y en vez de poner nombres adecuados como: "grupo de gente corriendo", le pongo: "todos se van pal chingao". Hay otros símbolos llamados "eseconches", "OHHH DEMONIOSS" o "la caja de cartón más chévere del universo". Puedo dibujar una manzana y ponerle tu nombre. Puedo dibujar un árbol y llamarlo casa. Ahorita, por ejemplo, mientras dibujo una silla azul y escucho a Pavarotti cantar Nessum Dorma a todo volumen por décima vez, he tenido que nombrarla "Dilegua, o notte!". La silla que está a su costado se llama "Tramontate, stelle"
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