martes, 22 de octubre de 2013
Pacto
Mi primo y yo hemos hecho un pacto: el primero que le joda la paciencia al otro, le debe abonar 50 céntimos como reparación civil. Al comienzo dijimos 1 luca, luego 20 céntimos, al final, quedamos en china. La idea fue de mi primo que está haciendo su tesis y necesita calma y tranquilidad. Como nuestros escritorios están en la sala y la sala es chiquita, lo usual es que de rato en rato la tensión llegue a un punto crítico; y entonces, alguno de los dos se para y le pega al otro en la cabeza con una cáscara de plátano, o lo hace caer de la silla, o le corta un poco de pelo, o agita la correa como una hélice a medio centímetro del cráneo o se pone a gritar como Bruce Lee dando karatazos al aire. Somos como primates. Suele ser divertido, pero ahora, como este salvaje necesita terminar su tesis, ha propuesto esta medida de emergencia. El pago debe hacerse al primer contacto: un golpe. Un golpe: 50 céntimos. Ayer antes de dormir me dice: Putamare, cuando trabaje y gane plata, te voy a pagar por adelantado para poder gomearte un buen rato. Yo me río de sus locas ilusiones. Pero entonces recuerdo que yo sí trabajo y que puedo tranquilamente gastarme 5 lucas en reventarlo un poco. Meto la mano a mi bolsillo y cuento mis monedas y billetes. Primero digo: pucha, con estas cinco lucas podría patearle el rabo unas 10 veces. Y luego digo: ala, pero con estas 20 lucas podría cazarlo como a un jabalí, y luego veo a Basadre asomar en el billete azul y me brillan los ojos con locura: Con esto, me digo, con esto puedo llevarlo rodando por Bajada Balta hasta la playa, puedo perseguirlo a chicotazos por toda la Arequipa, puedo atarlo de manos y pies y soltarlo en medio de la vía expresa, puedo prenderle fuego a su cama mientras duerme. Me empiezo a reír como una bruja agitando su caldero. ¿De qué te ríes? me pregunta mientras se mete bajo sus colchas. Nada nada, le digo, duerme, más bien ¿has visto el kerosene? Sí, me dice, creo que está en el baño ¿por? Nada, es que quiero limpiar mis zapatillas.
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1 comentario:
una buena idea, ojala se me hubiera ocurrido eso cuando la pasábamos con mi primo... Quizas se habria llevado todas mis escazas propinas... Interesante post
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